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España España · Valladolid
Voto de Jack Carter:
8
Intriga. Drama En un pequeño pueblo de provincias, cercano a la capital, vive una familia compuesta por tres hermanos: la dominante y severa Ignacia y los tímidos y retraídos Paquita y Venancio. La monotonía de la vida del pueblo sólo se rompe los sábados cuando llega un conjunto musical de Madrid para amenizar con sus canciones el fin de semana. Un sábado de tormenta, Paquita y Venancio, que son muy miedosos, oyen ruidos y van buscando protección a ... [+]
4 de agosto de 2009
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para retratar la vida diaria de un pequeño pueblo cercano a la capital, Fernán Gómez ilumina con su foco a las gentes del lugar al igual que un entomólogo podría fijar su estudio en el comportamiento de una pequeña fila de hormigas llevando el sustento a su guarida.

Observamos que es una villa que parece atrapada en el tiempo, repitiéndose incesante e inexorablemente los mismos acontecimientos semana tras semana. Por establecer un paralelismo con un filme que probablemente haya llegado a más público, se trata de un Punxsutawney ibérico, al uso de aquel en el que Bill Murray vivía el mismo día una y otra vez, solo que 30 años anterior a la obra de Harold Ramis.

En el centro neurálgico, en la plaza, vemos a un grupo de viejillos reunidos en la terraza del bar para echar unos chatos al coleto mientras parlotean acerca de las escasas novedades acaecidas, a la dueña de la mercería chismorreando sobre la moderna del pueblo (a la que profesa inquina), a los transeúntes habituales. Todos ellos en una rutina diaria que apenas si se rompe con la llegada de la orquesta cada sábado –pero cada sábado es igual, no se consigue variar unos hábitos que se reproducen semanalmente-. Es un entorno cerrado y asfixiante en el que cualquier suceso es inmediatamente comunicado a través de un eficaz boca-oreja.

Sorprende que únicamente una persona, la joven que atrae todas las miradas masculinas en el baile y a la postre es objeto de un voyeurismo vetusto y rijosillo, se muestre firme en su deseo de salir de allí, de ese sitio dominado por la cerrazón de algunas mentes y la simpleza de otras, por el anclaje irreflexivo en valores trasnochados, por las envidias infundadas y atávicas, por la represión.

Es curioso que hasta el tramo final no se podría considerar esta como una película de suspense, sino más bien como una comedia costumbrista con ciertas dosis de intriga manifestadas en miradas esquivas, gestos fríos o desconfianzas latentes que contribuyen a crear una atmósfera tensa teñida de humor. Intuimos que solo un acontecimiento enormemente traumático puede despertar a esa villa de su inveterada rutina, pero cuando este sucede, ni siquiera imaginamos la gravedad que encierra para esa sociedad en apariencia inamovible.

Fernán Gómez construye sabiamente un fresco sobre la vida en provincias durante aquellos años, y lo hace sin tintas cargadas ni subrayados innecesarios; simplemente muestra unos sucesos que entran suavemente en la retina del espectador y le atrapan hasta el desenlace, momento en que se da cuenta del hondo calado de este vívido retrato de frustraciones acalladas y anhelos ocultos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jack Carter
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