Creo que casi todos los fans de 'Star Wars' estamos de acuerdo en que si no contamos con la trilogía original y el especial de navidad de 1978, esta es la mejor producción 'Star Wars' que se ha hecho.

Seré muy breve. La primera temporada me gustó pero me dejó dudas. Esta temporada me ha gustado, pero tampoco me ha acabado de convencer del todo.

Lo bueno de esta serie salta a la vista. El carisma de los personajes de Mando y baby Yoda es indiscutible. A esto hay que sumarle los cameos de algunos personajes que sientan muy bien a la serie. Además estéticamente es puro 'Star Wars', tanto por sus escenarios y personajes, como por la forma como se recrean. El rollo western la hace diferenciarse de otras series del mercado mientras mantiene la línea de la trilogía original, recordando sobre todo a 'Una nueva esperanza'. La banda sonora es sencilla, muy representativa y pegadiza, como debe ser toda banda sonora de una serie que aspire a algo, no se la puede pedir más. Y por supuesto hay que valorar, que para ser una serie, sus efectos especiales son espectaculares.

Todo esto son grandes noticias para los seguidores de la saga. Su principal problema recae en la historia y en su narrativa. La trama es demasiado simple y muy poco adictiva. Es cierto que 'Star Wars' no se caracteriza por desarrollar una historia muy elaborada, pero esta es demasiado simplona. Al final te dejas llevar porque artísticamente es una pasada, pero narrativamente es muy mediocre. Los personajes entran y salen a conveniencia de cada capítulo. No lo digo como un error tremendo, pero a mí este estilo de narrativas en series no me suele gustar. Lo que sí es innegable, es que a esta serie le falta un villano en condiciones.

Buena es, pero le falta más trama más para ser muy buena.