Guillermo del Toro nos ha regalado una maravilla, una historia que no te dejará indiferente, que te hará pensar, soñar, meditar, sobre ella. Porque lo tiene todo no solo para distraerte, sino para envolverte de una forma maravillosa, donde estarás atado al asiento olvidando todo aquello que te rodea, y centrado en las aventuras de Ofelia y su mundo.

Para comenzar no la catalogaré como una película sobre la guerra de España, más bien se aprovecha de ese suceso para montar la historia a su alrededor. Es evidente que veremos a los franquistas y a los republicanos y el odio que se palpaba en cada enfrentamiento, pero los tiros no iban por ahí, nunca mejor dicho. Guillermo juega con nosotros de una forma mágica, porque te crea una duda en tu mente con todo aquellas imágenes que nos va mostrando plano a plano, hasta bien entrado el final del film. ¿Realidad o ficción? Descúbrelo tú mismo. ¿Vidas paralelas? Descúbrelo tú mismo. ¿Miedo a la cruel realidad? Descúbrelo tú mismo.

Ofelia es una niña, guardemos este dato en nuestra memoria, acaba de perder a su padre, su madre se casa con un militar al cual apenas conoce y está embarazada de un nuevo hermano, el país sigue con el conflicto militar, muchos cambios para la mente de una niña. De repente llega a un lugar nuevo y está sola, sin nadie con quien compartir juego, y es aquí donde su imaginación o su realidad comienzan a evadirla de dichos acontecimientos negativos.

Ese mundo nuevo no solo será encantador y sorprendente para los espectadores más jóvenes, yo paso los 40 y me ha dejado maravillado, porque no teme a esas criaturas, todo es novedoso y tiene ese afán por seguir descubriendo cosas y personajes. Maravilloso. Las criaturas están muy bien curradas, no me extraña nada todos los elogios y los premios.

En cuanto a las actuaciones, las he dejado para el final, Ivana Baquero nos deja claro que tenemos a un pedazo de actriz desde ya. Sergi López me ha hecho odiarlo enormemente a pesar de ser de mis actores predilectos, espectacular. Maribel Verdú viviendo una etapa fantástica en cuanto a interpretación, su dolor traspasa la pantalla y le llega al espectador. Ariadna Gil me ha hecho hasta sentir los dolores del embarazo, con esto lo he dicho todo. Y Alex Angulo está sobrado en esa faceta de médico/intruso hasta la última escena en la que aparece, una forma magistral de despedirse como un auténtico caballero.

No se pierdan esta película.