A veces me asombro de como es la gente, te encuentras películas que son un auténtico mojón en el género de la comedia y las ve con unas notas increíbles, pero cuando te das de bruces con una genialidad como esta, humor inteligente y una actriz que se come la película de forma sobrada, ves la poca nota, te das cuenta de lo mal que entiende la gente el humor de calidad.

Melissa McCarthy tiene un don para la comedia, porque no actúa, lo lleva de forma innata en sus genes, hace gracia con su sola presencia, lo borda durante toda la película, con una historia más alocada de lo normal, con una madre y sobre todo una abuela, que suma y mucho en la figura de la grandísima Susan Sarandon. Una pena los pocos minutos de nombres importantes como Dan Aykroyd o la oscarizada Kathy Bates.

Y no se piensen que por ser el dirctor Ben Falcone el marido de Melissa, tiene su puesto asegurado. Es que es la auténtica joya de la corona. Una peli que contó con 20 millones de presupuesto y lleva 100 recaudados, no está nada mal.

Quiero más películas así.