Uno de los personajes más admirados de las últimas décadas ha sido ya material para dos películas sobre su vida, una muy fallida estrenada en 2013 y con Ashton Kutcher a la cabeza del reparto y ésta, con Danny Boyle al mando y Michael Fassbender interpretando al innovador personaje, sin contar los varios documentales que también registran parte de su vida y trayectoria.

El film de Boyle se aleja del formato tradicional de las biopics al retratar 3 momentos previos y tras bambalinas de la presentación de tres productos icónicos en la trayectoria de Jobs, momentos por demás representativos de su trayectoria: la primera, la presentación de su primer Apple Macintosh en 1984, la segunda la presentación del famoso cubo negro de NeXT Computer en 1988, después de ser echado de Apple, y la tercera en la presentación de la famosa iMac en 1998.

Todo lo que la película muestra son los entretelones de esos 3 momentos a manera de episodios en los que, gracias a la gran labor del guionista Aaron Sorin (Red social), es posible conocer la evolución de un personaje tanto en su desenvolvimiento profesional como en lo más íntimo, la estructura del film nunca es violentada y sus muy marcados tres actos ofrecen la oportunidad de vivir con el personaje su desarrollo, a diferencia de las típicas películas biográficas que recrean escenas a lo largo de una vida.

Las conexiones entre ‘Steve Jobs’ y ‘Red social’ de David Fincher son muchas y van más allá del nombre del guionista de ambas películas, las dos presentan un ritmo vertiginoso y muchos diálogos, y sus personajes guardan ciertas características en común, aunque son abordados de diferentes maneras en tanto a la cronología de cada uno.

A diferencia del film de 2013, la película de Boyle está lejos de pretender ser un mero homenaje y se erige como un relato de un hombre creativo, genial y obsesivo pero al fin de cuentas humano, brillante en su profesión pero terrible en lo familiar, con un estupendo trabajo interpretativo de un Michael Fassbender que logra ir más allá de la simple caracterización componiendo un personaje complejo y lleno de matices.

El nuevo trabajo de Danny Boyle logra diseccionar a un personaje ya muy conocido y abordarlo de una manera peculiar pero efectiva, en un relato atrapante aun y conociendo la historia que se cuenta, soportado por uno de los mejores trabajos de un Michael Fassbender a plenitud.


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