Una serie con una muy buena premisa, que va presentando a personajes normales mientras descubren sus poderes y como utilizarlos o no en sociedad, con una estética lograda y buenos efectos que denotan que sale del mundo del cómic.

De haberse ejecutado bien, podría haber sido una serie muy duradera, ya que, como en el cómic, cuando sumas casi cualquier poder con cualquier posibilidad como viajar en el tiempo, las posibles tramas para guiones son casi infinitas, al menos tanto como lo sea la imaginación de sus creadores.

La primera temporada comienza despacio, tomándose su tiempo para presentar a los personajes, y ofreciendo un final satisfactorio para la idea que querían mostrar, y que en general, vale la pena, si hubiera terminado ahí, se trataría sin duda de una buena serie.

La segunda temporada supone una bajada de nivel, sin un buen guion, ni ideas estructurales para esa temporada, solo con tramas menores, y que tampoco resultan particularmente entretenidas, bastante decepcionante en general, pero aún podría tomarse solo como un bache en el camino.

La tercera temporada pretende ser más espectacular e ir más allá, pero es la peor con mucha diferencia, ya que no solo comete fallos de guion, sino que se salta sus propias normas internas, de las cuales depende la coherencia de toda la obra, llegando a un nivel de absurdo ridiculo e insultante para muchos espectadores.

La cuarta temporada es una huída hacia adelante, no demasiado entretenida ni bien hecha, que acaba de dejar claro que los guionistas han ido arruinando el gran potencial de la serie con una ejecución lamentable.

Raramente te encuentras una serie que baje tanto y tan de golpe, y desaproveche una buena idea, estética, efectos, y buenos personajes como desgraciadamente lo hace héroes.