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España España · Santander
Voto de burton:
10
Romance. Comedia Alvy Singer, un cuarentón bastante neurótico, trabaja como humorista en clubs nocturnos. Tras romper con Annie, reflexiona sobre su vida, rememorando sus amores, sus matrimonios, pero sobre todo su relación con Annie. Al final, llega a la conclusión de que son sus manías y obsesiones las que siempre acaban arruinando su relación con las mujeres. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2006
46 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Visionar esta cinta de Allen llena de un sutil, ácido y mordaz sentido del humor sobre las inseguridades de un ser humano constituye un delicioso y orgiástico deleite sensorial.

Observar las evoluciones del personaje fantásticamente interpretado por el genial Allen es sumergirse tal vez en la psique del propio artista, algo así como ver la película "Quiero ser John Malkovich" pero con Woody Allen acaparando el título.

Nadie como él para saber plasmar las obsesiones compulsivo-perfeccionistas de un maníaco como él mismo. Nadie como Allen para mezclar en un mismo cóctel el incisivo, irónico y mordaz sentido del humor de Wilder con la hilaridad surrealista y brillante de los hermanos Marx.

Así es en cierta medida Alvyn Singer un personaje rayando en lo freak (por atípico), nacido y críado en el seno de una familia judía que no para de discutir por las más inverosímiles razones, y vive además justo debajo de una montaña rusa en un parque de atracciones... aunque tal vez ésto sea una invención más de un ser humano hiperbólico y vitriólico, lleno de obsesiones maníaco compulsivas que le hacen fracasar una y mil veces a la hora de aventurarse en el proceloso mundo de las relaciones de pareja.

Así mediante un ágil y sorprendente esquema narrativo, matizado por peculiarísimas maneras del genio creador, nos adentramos en el maravilloso mundo de Alvyn Singer, un comediante de clubs nocturnos que acaba de romper con su última pareja, Annie Hall (brillante también Diane Keaton) y súbitamente empieza a reconsiderar su vida personal, obesionado por sus crecientes inseguridades.

Resulta sumamente delicioso e hilarante asistir a los brillantes diálogos impregnados de un brillante sarcasmo y fina ironía, cuando Alvyn empieza a entremezclar anacrónicamente recuerdos de su vida privada de pareja; desde el momento que vemos discutir a Alvyn con su íntimo amigo Robert (Tony Roberts) sobre el antisemitismo de la sociedad americana en general, camino de la pista de tenis donde conocerá por primera vez a Annie, hasta cuando después del partido ninguno de los dos se decide a fijar una cita, pasando por sus caóticas (por diversos motivos) relaciones anteriores ; hasta darse cuenta finalmente de que Annie Hall quizá haya supesto una verdadera oportunidad perdida, a pesar de que inicialmente parecía como si ambos estuviesen plenamente de acuerdo en sellar su relación con un pacto amistoso.

SENCILLAMENTE APABULLANTE, GENIAL Y ENORMEMENTE RECOMENDABLE.
burton
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