Muy triste pero muy real este descenso al infierno de "Asesinato en 8mm.", que como casi siempre sucede, está en la deshumanización del hombre y por ende, en la sociedad en la que vivimos. Puede que a nuestros protagonistas no les sirva de consuelo pero a mí, como a cualquier espectador que tenga sangre en las venas, sí nos importa Mary Ann (Jenny Powell). De todos modos, sólo hace falta ver el trailer, como me pasó a mí, para darse cuenta de que es una de estas películas que tienen buena pinta. Un thriller con ribetes de cine negro, sórdido, inteligente, desencantado y cruel.

"Asesinato en 8mm." parte de una idea tan original como impactante por su crudeza: localizar a la supuesta víctima de una snuff-movie. El encargado del caso es el detective privado Tom Welles (Nicolas Cage), que como es obvio irá evolucionando a medida que vaya enfrentándose a todos los vicios del alma humana hasta la maldad en estado puro, simplemente "me gusta lo que hago" o "lo hizo porque puede hacerlo", sin más motivos, le llegan a decir. Lástima que tenga algún momento más flojo, situaciones algo forzadas o un final demasiado largo. Aún así es todo un señor thriller.