Después de ver la versión de Dennis Quaid y Rene Russo de 2005 me quedo definitivamente con esta. Es más divertida, más comedia familiar que la otra. Ciertamente la historia no es que de para mucho pero con tanto niño y tanta peripecia consiguen entre todos que pasemos un buen rato divertido.

"Tuyos, míos, nuestros" peca quizás de convencional pues no sale de la situación de una familia hipernumerosa. Es bastante conservadora en su planteamiento y su desenlace (atención a la charla de Henry Fonda con la hijastra pelirroja) pero no se puede negar que pese al tiempo transcurrido consigue hacerte reír, principalmente en la parte del bar con los cafés irlandeses y luego con las reflexiones del niño mellado.

Se podría haber intentado para mejorar la película tratar de insertar alguna trama de mayor entidad pero la versión de 2005 lo intentó y no dio buen resultado. De todos modos la película pide a gritos un formato de serie de televisión para desarrollar con más detenimiento la vida cotidiana y los problemas de la peculiar familia. Desgraciadamente los 110 minutos no dan para tanto así que uno acaba con la sensación de que el director sencillamente ha cortado en un momento cualquiera dejando un final inconcluso para una hipotética continuación.