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Voto de Siempreasimetrico:
9
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Comedia
Cuando está a punto de perder su casa de la infancia, Maddie (Lawrence) descubre un curioso anuncio de trabajo: unos adinerados padres controladores están buscando a alguien que salga en una cita con su introvertido hijo de 19 años, Percy, antes de que este vaya a la Universidad. Para su sorpresa, Maddie descubre pronto que la torpeza de Percy no está tan clara.
16 de octubre de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicho sea de paso que no soy fan ni fiel devoto, y por consiguiente no suelo recorrer el camino que me lleve a convertirme en un espectador más, de comedias bobas, que parecía ser la temática oratoria de esta Obra.
Pero el hecho de saber que una estrella de la interpretación como es Lawrence siempre Jennifer se preste a ser participe en una cinta de este estilo, tipo, comedia veraniega, me arma de valor para ver y también entender porque ha decidido correr el riesgo de ser posiblemente atropellada en su carrera profesional cuando conserva intacto su estatus de ser una de las actrices mejores pagadas de la gran pantalla, dado que obras de este calado manejan un muy reducido presupuesto económico.
El atractivo de No Hard Feelings, titulada en España (Sin malos rollos) es el pastiche conseguido por el director Gene Stupnitsky, que parece moverse con solida soltura por el mundo juvenil, algo que ya ha demostrado en su Obra anterior y opera prima Good Boys (Chicos buenos). Con esta nueva película alcanza también un resultado tremendamente satisfactorio gracias a una buena elección al combinar elementos antagónicos como son una protagonista que, gracias a suscitar un vértigo inusitado al apreciar el precipicio que conlleva la figura de su rubia belleza, es capaz de transformar ese estereotipo reiteradamente marcado para convertirlo en un cómico personaje que pierde el sentido del pudor de la vergüenza y la elegancia, para mostrar en toda su desnudez a una treintañera desvergonzada y muy segura de sí misma que debe lidiar con situaciones cómicamente desternillantes que desprenden amor y humor a partes iguales.
Lo más asombroso de todo es que después de 25 películas en su filmografía esta es la primera vez que Jennifer Lawrence se adentra hasta el tuétano en el mundo de la comedia, con guiño incluido a Julia Roberts por su pánico escénico al compromiso, y consigue con buenas dosis de talento darle brillo a una historia muy bien elaborada, tremendamente cómica y genuinamente divertida, y hace con su actuación un fantástico y maravilloso personaje digno de inmortalizar con el teléfono móvil.
—Y por cierto… si resultas ser un de esos tipos que no sabe apreciar esta película, sabes lo que le digo a tu lucido gusto cinematográfico… “cocaína” —.
Pero el hecho de saber que una estrella de la interpretación como es Lawrence siempre Jennifer se preste a ser participe en una cinta de este estilo, tipo, comedia veraniega, me arma de valor para ver y también entender porque ha decidido correr el riesgo de ser posiblemente atropellada en su carrera profesional cuando conserva intacto su estatus de ser una de las actrices mejores pagadas de la gran pantalla, dado que obras de este calado manejan un muy reducido presupuesto económico.
El atractivo de No Hard Feelings, titulada en España (Sin malos rollos) es el pastiche conseguido por el director Gene Stupnitsky, que parece moverse con solida soltura por el mundo juvenil, algo que ya ha demostrado en su Obra anterior y opera prima Good Boys (Chicos buenos). Con esta nueva película alcanza también un resultado tremendamente satisfactorio gracias a una buena elección al combinar elementos antagónicos como son una protagonista que, gracias a suscitar un vértigo inusitado al apreciar el precipicio que conlleva la figura de su rubia belleza, es capaz de transformar ese estereotipo reiteradamente marcado para convertirlo en un cómico personaje que pierde el sentido del pudor de la vergüenza y la elegancia, para mostrar en toda su desnudez a una treintañera desvergonzada y muy segura de sí misma que debe lidiar con situaciones cómicamente desternillantes que desprenden amor y humor a partes iguales.
Lo más asombroso de todo es que después de 25 películas en su filmografía esta es la primera vez que Jennifer Lawrence se adentra hasta el tuétano en el mundo de la comedia, con guiño incluido a Julia Roberts por su pánico escénico al compromiso, y consigue con buenas dosis de talento darle brillo a una historia muy bien elaborada, tremendamente cómica y genuinamente divertida, y hace con su actuación un fantástico y maravilloso personaje digno de inmortalizar con el teléfono móvil.
—Y por cierto… si resultas ser un de esos tipos que no sabe apreciar esta película, sabes lo que le digo a tu lucido gusto cinematográfico… “cocaína” —.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El daño que hace el ácido de tu crítica a la “película” de tu cabeza.
Este largometraje no saciará tu “crónica” frustración. No es una payasada típica a lo American Pie. No encontraras presumiblemente muchos más gags que los que ya salen en el Tráiler promocional. No te arrancara del intestino una de esas carcajadas épicas que te sirva de muletilla el resto de tu vida para contar una y otra vez al grupillo grotesco de tus amigos. No es ni obscena, ni es ridícula, ni vulgar, ni boba, ni es comida rápida solo para llenar el estómago de esa risa floja que deseas expulsar, y no precisamente, con olor a rosas. No y no, no te empeñes tozuda mula.
En definitiva, si decides verla con el ansia de alimentar el pedestal de tu decepción... esta si que es "tu película”.
Esta Obra (no la película que te montas en el cerebro esperando encontrar al verla) como cualquier otro largometraje, que necesita recuperar la inversión promocionándose, y que en ningún caso, busca “venderse” de cara al espectador y jamás intenta prometer nada, ni ansia generar falsas expectativas (eso será, como es de esperar, otra película más montada en tu cabecita atolondrada) es un film hecho con grandes dosis de talento y mucho amor, aderezado con ingenio y buenas dosis de humor, que sirven para mostrar el trasfondo existente, o quizas existencial, en la cultura juvenil de hoy en día.
Así es —pues— que sucede algo a todas luces previsible, el resultado final resulta, con la redundancia añadida, no ser de tu agrado (Obra y “película” son dos piezas que no encajan a la perfección en tu intelecto) a si es que, el placer que tu ego suscita en tu mismamente persona, o personaje, te deja insatisfecho en lo emocional y no, nunca, por sorpresa, en lo sensual.
Era —pues— de esperar que un nutrido y bien alimentado séquito de iluminados salga sobradamente decepcionado de la representación. La mismísima Jennifer Lawrence lo menciona audazmente en la cinta completamente convencida: “¡Este chico es infollable!”.
Por favor, a tu decepción, aplicale este cuento, que seguro te servirá de consolador (y no te olvides de ponerle pilas).
—Este film está producido por la mismamente Sra. Lawrence siempre Jennifer y gracias a la excelente elección de Gene Stupnitsky para la dirección, que ha sido el mayor de los aciertos, consigue firmar iniciándose por primera vez en el complicado mundo de la comedia, una meritoria y atrevida Obra que podrá añadir a su filmografía con orgullo. También servirá de poso, como buenos cimientos, en el reguero cinematográfico que el director de cine Stupnitsky está comenzando a dejar tras de sí. Una huella dactilar que mima el buen gusto y el mejor estilo.
Este largometraje no saciará tu “crónica” frustración. No es una payasada típica a lo American Pie. No encontraras presumiblemente muchos más gags que los que ya salen en el Tráiler promocional. No te arrancara del intestino una de esas carcajadas épicas que te sirva de muletilla el resto de tu vida para contar una y otra vez al grupillo grotesco de tus amigos. No es ni obscena, ni es ridícula, ni vulgar, ni boba, ni es comida rápida solo para llenar el estómago de esa risa floja que deseas expulsar, y no precisamente, con olor a rosas. No y no, no te empeñes tozuda mula.
En definitiva, si decides verla con el ansia de alimentar el pedestal de tu decepción... esta si que es "tu película”.
Esta Obra (no la película que te montas en el cerebro esperando encontrar al verla) como cualquier otro largometraje, que necesita recuperar la inversión promocionándose, y que en ningún caso, busca “venderse” de cara al espectador y jamás intenta prometer nada, ni ansia generar falsas expectativas (eso será, como es de esperar, otra película más montada en tu cabecita atolondrada) es un film hecho con grandes dosis de talento y mucho amor, aderezado con ingenio y buenas dosis de humor, que sirven para mostrar el trasfondo existente, o quizas existencial, en la cultura juvenil de hoy en día.
Así es —pues— que sucede algo a todas luces previsible, el resultado final resulta, con la redundancia añadida, no ser de tu agrado (Obra y “película” son dos piezas que no encajan a la perfección en tu intelecto) a si es que, el placer que tu ego suscita en tu mismamente persona, o personaje, te deja insatisfecho en lo emocional y no, nunca, por sorpresa, en lo sensual.
Era —pues— de esperar que un nutrido y bien alimentado séquito de iluminados salga sobradamente decepcionado de la representación. La mismísima Jennifer Lawrence lo menciona audazmente en la cinta completamente convencida: “¡Este chico es infollable!”.
Por favor, a tu decepción, aplicale este cuento, que seguro te servirá de consolador (y no te olvides de ponerle pilas).
—Este film está producido por la mismamente Sra. Lawrence siempre Jennifer y gracias a la excelente elección de Gene Stupnitsky para la dirección, que ha sido el mayor de los aciertos, consigue firmar iniciándose por primera vez en el complicado mundo de la comedia, una meritoria y atrevida Obra que podrá añadir a su filmografía con orgullo. También servirá de poso, como buenos cimientos, en el reguero cinematográfico que el director de cine Stupnitsky está comenzando a dejar tras de sí. Una huella dactilar que mima el buen gusto y el mejor estilo.