Reticente, como siempre que me enfrento a este genero, me encontré con una película fantástica. Es una película que refleja la situación de cualquier grupo en riesgo de exclusión social. Refleja perfectamente como surge la violencia (ya sea interracial, intergeneracional, o, como en este caso, interespecie). El miedo a “los otros” condiciona nuestro comportamiento y alimenta los tópicos que nos hacen juzgar a los demás antes de verlos.

Su inicio, como si de un telediario cualquiera se tratara, al principio parece molesto pero después te proporciona momentos en los que te ríes de verdad. Como cuando una entrevistada acusa a los aliens de ser agresivos y de “robarte el móvil y las zapatillas si son de marca” y detrás se ve a un pobre bicho rebuscando en la basura. Y que decir del alien que arregla la lanzadera y que va vestido con un chaleco pegado con cinta de embalar. ¡Tiene golpes de humor geniales!.

Los aliens numeroso, mas inteligentes, con una tecnología envidiada por los humanos, son pacíficos y aceptan sin rechistar su confinamiento en un ghetto y su explotación por las mafias negras. Cachondisima su adicción a la comida de gato. Los efectos especiales son buenos, pero lo mejor que tienen es que no son el centro de la historia, son solo la mitad de la misma lo que convierte a esta película en especial.

Lo que me quedé con ganas de ver fue el “comercio sexual interespecie” controlado por los nigerianos (je, je). ¡Me gustó muchísimo!