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Voto de Sandro Fiorito:
9
7,0
68.188
Drama
Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
30 de enero de 2010
75 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guiado por las palabras de Kirk Honeycutt, del The Hollywood Reporter, quien afirma que es un placer encontrar una película que realmente habla de algo, me dirigí al cine a ver la nueva obra de uno de mis directores más preciados, Clint Eastwood. Después del visionado de la misma comprobé que las palabras del crítico eran las más adecuadas y las que mejor definían a esta cinta llena de mensaje, tan bella como poética, tan fiel a la realidad como correcta en la forma de ofrecernos lo que transmite, a veces con cierto temor a tocar algunos temas para no caer en la vulgaridad o crear polémica barata.
Eastwood prefiere hacer las cosas con el estilo del maestro, haciendo gala de su habitual elegancia y discreción, ofreciéndonos el lado más humano de Nelson Mandela -que no es poco- ajustándose a la realidad para contar cómo Sudáfrica vivió su gran cambio, dejando atrás el apartheid (la discriminación racial aplicada en el país susodicho por la raza blanca frente a la negra) e iniciando un nuevo curso político que pensaba en cicatrizar las heridas existentes reformando las cosas con buen temple y uso de la lógica, huyendo de las políticas vengativas y rencorosas.
Algo que se pudo ver en la decisión que tomó al contradecir a su ministerio de deportes y a la federación del mismo género, que tenían la intención de cambiar los colores, el escudo y hasta el nombre del equipo nacional de rugby (conocido como los Springboks) por considerarlo símbolo del apartheid. Viendo un partido de rugby, Mandela (interpretado extraordinariamente por Morgan Freeman) y tras comprobar cómo la población blanca anima alegremente a los Springboks mientras que la negra hace lo propio con equipos de otros países, afirma que ningún elemento simbólico del equipo debe ser cambiado, pues no se puede arrebatar a la población blanca lo que tiene, su equipo de rugby, y lo meritorio reside en conseguir que la escéptica gente de color se una a la pasión por los Springboks y con ello, todas las razas compartan una misma ilusión bajo los símbolos que representan la unión de todos ellos.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
Eastwood prefiere hacer las cosas con el estilo del maestro, haciendo gala de su habitual elegancia y discreción, ofreciéndonos el lado más humano de Nelson Mandela -que no es poco- ajustándose a la realidad para contar cómo Sudáfrica vivió su gran cambio, dejando atrás el apartheid (la discriminación racial aplicada en el país susodicho por la raza blanca frente a la negra) e iniciando un nuevo curso político que pensaba en cicatrizar las heridas existentes reformando las cosas con buen temple y uso de la lógica, huyendo de las políticas vengativas y rencorosas.
Algo que se pudo ver en la decisión que tomó al contradecir a su ministerio de deportes y a la federación del mismo género, que tenían la intención de cambiar los colores, el escudo y hasta el nombre del equipo nacional de rugby (conocido como los Springboks) por considerarlo símbolo del apartheid. Viendo un partido de rugby, Mandela (interpretado extraordinariamente por Morgan Freeman) y tras comprobar cómo la población blanca anima alegremente a los Springboks mientras que la negra hace lo propio con equipos de otros países, afirma que ningún elemento simbólico del equipo debe ser cambiado, pues no se puede arrebatar a la población blanca lo que tiene, su equipo de rugby, y lo meritorio reside en conseguir que la escéptica gente de color se una a la pasión por los Springboks y con ello, todas las razas compartan una misma ilusión bajo los símbolos que representan la unión de todos ellos.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una forma para conseguirlo es el mundial de rugby que se celebra en Sudáfrica, un gran escaparate internacional. Ganarlo sería la mejor culminación del cambio político, que buenamente pretendía unir a negros y blancos, pero los Springboks no eran entonces más que un equipo mediocre que era arrasado por cualquier rival. Su capitán Francois Piennar (encarnado por un más que correcto Matt Damon) es contactado por Mandela para poder redirigir las cosas y conseguir como poco ofrecer la mejor cara en el mundial de 1995.
Una gran película que al estar basada en un hecho real no puede cambiar la Historia a su manera, a menos que Clint Eastwood sea un Dios y tenga este poder. Sepan que si van al cine, van a ver una historia de verdad, un mensaje auténtico y una película buena en términos generales que supone un gran documento para la retina, pero que está desprovista de gran movimiento y conserva una atmósfera pausada durante todo su metraje.
Ale, ahora ya podéis votar 0 de 800 usuarios han considerado esta crítica útil sin haberla leído y sólo habiéndoos guiado tan sólo por mi puntuación (9), que es lo que desgraciadamente hace mucha gente por aquí. Deberían leerse las normas de esas votaciones que Filmaffinity publica.
Una gran película que al estar basada en un hecho real no puede cambiar la Historia a su manera, a menos que Clint Eastwood sea un Dios y tenga este poder. Sepan que si van al cine, van a ver una historia de verdad, un mensaje auténtico y una película buena en términos generales que supone un gran documento para la retina, pero que está desprovista de gran movimiento y conserva una atmósfera pausada durante todo su metraje.
Ale, ahora ya podéis votar 0 de 800 usuarios han considerado esta crítica útil sin haberla leído y sólo habiéndoos guiado tan sólo por mi puntuación (9), que es lo que desgraciadamente hace mucha gente por aquí. Deberían leerse las normas de esas votaciones que Filmaffinity publica.