Esperaba con nostalgia encontrarme con la secuela ostentosamente anunciada por Cameron, pero me quedé esperándola. Me enfrenté con un guion totalmente distinto al esperado después de Terminator: el juicio final. El salvador del mundo ya no es John Connor, ni tampoco existe Skynet, ahora es Daniela Ramos y la legión. Aunque no es una mala película, pero tampoco buenísima, puedo asegurar que Cameron jugó con las expectativas del publico apasionado por la saga. Despotricó de las otras secuelas porque, según él, no continuaban la historia que una vez parió su mente apocalíptica en esos tiempos, y claro, porque no las dirigió. A pesar de volver a ver juntos a Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger en su excelente actuación, la película falló en la escogencia de los actores como Gabriel Luna y Natalia Reyes, que no es que sean pésimos actores, sino que su caracterización y gesticulación no encajan en un Terminator que muchos concebimos como agresivo y aniquilador. Tim Miller que siga dirigiendo a Deadpool, donde puede hacer chistes de super héroes y otras cosas. Después de esta decepción como saga, considero que Terminator: La salvación, es la mejor película después del Juicio Final, no solo por su guion, sino también por su gran diseño de producción. Ya les diré por qué en el próximo muro.