Haz click aquí para copiar la URL
Voto de cristinaenr_:
6
Drama Sica (14) está obsesionada con que el mar devuelva el cuerpo de su padre tras un naufragio en la Costa da Morte, Galicia. Mientras recorre los acantilados conoce a Suso (15), 'el Cazatormentas', un chico raro como ella que espera la llegada de Ofelia, la madre de todas las tormentas. Sica investiga las circunstancias del accidente y se adentra en un doloroso viaje de descubrimiento. A sus ojos, el pueblo marinero donde ella ha crecido, ... [+]
11 de marzo de 2023
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada en la 73.ª edición del Festival de Berlín, Sica es una ópera prima dirigida y escrita por Carla Subirana que nos adentra en la superación del duelo de una joven de 14 años, obsesionada con que el mar le devuelva el cuerpo de su padre. Sica fue una de las películas seleccionadas en la sección Generation14plus de la Berlinale dedicada a óperas primas y actualmente compite en la Sección Oficial de la 26.ª edición del Festival de Málaga.

En Sica seguimos desde la profunda mirada de su protagonista el camino que la lleva a la búsqueda del cuerpo de su padre, tras un naufragio en la Costa de la Muerte de Galicia. La obsesión por recuperar lo que ha perdido, por encontrar todas las pistas que la conduzcan a las explicaciones que no halla en su entorno ni en su madre, está muy presente en ese cara a cara con el mar que se lo llevó; se refleja y se comprende al instante la impotencia y la tristeza por su ausencia.

Uno de los puntos más interesantes que plantea Carla Subirana con esta historia son las perspectivas de los personajes femeninos por la muerte de sus maridos o padres, ese proceso de duelo o el debate que aborda el problema de la indemnización ante la inexistencia del cuerpo del fallecido; cuestiones que nos conducen a la reflexión, proyectando situaciones que tan importantes son al estar basadas en hechos reales.

La Costa de la Muerte en la que se recrea esta película toma su nombre de la gran cantidad de catástrofes marinas debido a la peligrosidad de sus acantilados y temporales. Es por ello que la puesta en escena de Sica es uno de sus principales puntos claves; el paisaje frío protagonizado por un mar que representa lo oculto, lo desconocido o lo inalcanzable inundan de misterio su íntima atmósfera, la base visual de la película.

Pero Sica también nos habla de la madurez en plena adolescencia de una joven en proceso de aprendizaje y crecimiento, todo desde el mencionado punto de partida: el fallecimiento de un familiar, más trágico aún por la forma y el oscuro escenario en que se produjo. Todos estos elementos se funden en uno, dando lugar, nuevamente y, como está siendo habitual en nuestro cine actual, a una película profundamente realista.

Habitualmente se está dando en el panorama cinematográfico actual de nuestro país un curioso paquete de características en las películas: el naturalismo, la ruralidad, las historias pequeñas basadas en lo local. Lo hemos ido comprobando estos años con As bestas, Alcarràs o incluso películas como El agua, donde la escenografía se convierte en un personaje más.

Es curioso cómo desde siempre, mayoritariamente, en nuestro cine se ha dado un fenómeno basado en contar historias poco comunes y dejar atrás las que son más comunes o concretamente reales. Con películas como Sica, Alcarràs o As bestas se produce todo lo contrario, y esto es signo de que poco a poco estamos recuperando lo que nunca se ha visibilizado… Así, se amplía justamente la gama de experiencias con las que el público puede sentirse identificado, en especial, el público que puede sentir cercano una historia pequeña basada en la costa de Galicia. Uno de los grandes méritos de Carla Subirana con esta ópera prima es precisamente ese, contar algo que nunca se ha contado o, al menos, de esta forma tan profunda.

Sica no solo emociona por lo que relata, sino también por la forma en que lo hace. La fotografía, sin duda, nos introduce de lleno en ese ambiente donde casi podemos oler el mar. El sonido, con ese choque de las olas y su espuma, los pájaros y el aire; algunos estridentes zumbidos de fondo que llenan de misterio el paisaje sonoro y la música instrumental son fieles acompañantes de Sica, dejando también huella allá por donde ella va.

Tampoco podemos dejar atrás la dirección, que es novel, muy destacable por los travellings de seguimiento de la protagonista que tanto sentido cobran y, por supuesto, mencionar el riesgo con el que se han tenido que rodar todas esas escenas alrededor de la costa, siendo la mayoría de las secuencias grabadas en exteriores, con la dificultad que ello conlleva. Es meritorio considerando que es una ópera prima, pero más que eso, es una película con una clara marca personal y propia.

En conclusión, Sica nos sumerge en la parte más oscura y a la vez silenciada del mar, desde el carácter de una niña que nunca pierde la esperanza. Todo a través de elementos visuales y sonoros que hacen de esta ópera prima una de las películas más importantes a seguir este año en el cine español. Sin duda, debemos alegrarnos de que historias tan concretas como esta puedan llegar a emocionar fuera de nuestro país.
cristinaenr_
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow