"Hard candy" es una película realmente extraña. El terror psicológico se hace patente en cada una de las escenas, interpretadas con gran maestría por Patrick Wilson y Ellen Page. Él, nos demuestra sus dotes interpretativas mostrando terror en su propia piel y ella, nos posee con una inteligencia y saber estar sublime, dignos de las mejores actrices. La película engancha sin efectos especiales, ni cambios de escenarios ni, prácticamente, existencia de muchos personajes. Solamente con un guión y un diálogo sutil entre los dos personajes, este film te mantiene con el corazón en un puño a lo largo de su duración. Sin duda, una gran obra maestra muy recomendable.