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España España · Sevilla
Voto de Seldon:
7
Drama Chesley “Sully” Sullenberger es un piloto aéreo que en 2009 se convirtió en un héroe cuando, al poco de despegar, su avión se averió y logró realizar un aterrizaje forzoso del aparato en pleno río Hudson, en Nueva York, con 155 pasajeros a bordo. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2016
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo haces una película para contar una historia que dura poco más de tres minutos y de la que todo el mundo conoce el final?

Así a primera vista, difícil. Bueno, difícil sin que resulte aburrida o pesada. Normalmente las películas de catástrofes, sobre todo estas superproducciones de los años 70 (con un enorme presupuesto y un bastantes cameos pequeñitos de estrellas conocidas pero un poco venidas a menos), ya sabéis, tipo terremoto bestial, accidente en un aeropuerto o fuego en un rascacielos, lo que hacían era dedicar más de la primera hora de la película a irte presentando un montón de personajes normalitos que luego iban a sufrir (y muchos de ellos morir) en la catástrofe. Y luego en la segunda mitad de la película era donde echaban el resto con los efectos especiales (filmando llamas, olas gigantescas, o grietas abriéndose en la tierra) mientras los personajes iban muriendo (algunos heroicamente, otros no tanto) y el héroe o los héroes sobreviviendo y salvando gente.

Y claro, así salían las películas que salían.

El bueno de Clint Eastwood ha optado por otro camino, y la verdad es que ha acertado. El tipo lo ha clavado.

Y eso que aparentemente no era nada fácil. La historia la conoce todo el mundo, todo el mundo sabe como acabó: hace unos años (en enero de 2009 creo) un avión con los motores estropeados, en lugar de estrellarse, logra hacer un aterrizaje de emergencia –bueno un amerizaje- en el río Hudson, en medio de Nueva York.
Encima se salvaron todos, de los 155 ocupantes del avión (entre pasaje y tripulación), no murió nadie. Buena noticia sin duda, pero a la hora de hacer una película digamos que te quita bastantes posibilidades “dramáticas”.
Y para colmo, desde que el avión despega hasta que empiezan a tener problemas no pasan más que unos minutos, pocos. Desde entonces hasta que logran amerizar, ni cuatro (208 segundos en total)... Y el rescate completo no llegó a la media hora (24 minutos según parece). Vamos que en total menos de una hora de “chicha” para llevar a la pantalla.

Y como no hay realmente “accidente”, poco tienes para lucirte con los efectos especiales. Bueno, la verdad es que en esto Eastwood le saca todo el partido que puede (las escenas –pocas- del avión planeando y amerizando están muy bien hechas) y hace un poquito de trampa (repeticiones, pesadillas,...) pero se le perdonan.

El caso es que la mejor decisión que toma el guionista para contar esta historia es centrarse no en el accidente, sino en la investigación posterior. Si amigos, porque aunque al incidente se lo conoció como “El milagro del Hudson” y el capitán del avión es recordado como un héroe, también hubo investigación.

Y esto da la oportunidad de centrarse en el personaje del capitán Chesley Sullenberger, al que todos llaman Sully, de retratar su personalidad, y sus dudas; las que llega a tener pese a lo claro que lo tiene todo al principio. Y además te da la oportunidad de metere un poco de intriga en la trama... (la mezquindad de la compañía aérea, de las compañías de seguros,...)
Lo cierto es que todo el peso de la película lo lleva Tom Hanks. Es el prototipo de héroe perfecto. Noble, valiente, seguro, experimentado, que nunca pierde la calma y no para de preocuparse de sus pasajeros,... No es que los demás estén mal (también hay alguna pequeña historia cortita de algún pasajero, para humanizarlos y que sepamos de ellos un poco y no sean meros figurantes), ni siquiera el copiloto o las azafatas. Es que Tom Hanks se los come en pantalla.

Por cierto, durante los títulos de crédito aparecen escenas con los protagonistas reales (capitán, copiloto y pasajeros) y la verdad es que han logrado darles un parecido bastante más que razonable, eso si, a costa de encanecer y envejecer al bueno de Tom Hanks. Aquí os dejo una foto para que comparéis.

El caso es que eso de empezar la historia por el final (y de hecho de terminarla también), le permite a Eastwood hacer un largometraje de duración normal sin que resulte pesado. Meter sus momentos heroicos donde hay que meterlos, su suspense donde debe estar, y contar en flashback el accidente y el rescate... incluso hacerlo varias veces, o desde varios puntos de vista.

El resultado final es una buena película, muy buena de hecho. Entretenida, emocionante, que no aburre... No se acerca a las grandes obras maestras de Eastwood tipo Grand Torino, Sin Perdón o Million Dollar Baby, pero la verdad es que está mejor que las últimas como J.Edgar, El Francotirador, Jersey Boys o incluso Invictus. En definitiva, muy recomendable.
Más en:http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2016/11/sully-155-mi-numero-es-155.html
Seldon
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