Que decir de este trabajo. Está dicho todo, y sin embargo, es un auténtico placer volver a visionarla, siempre parece la primera vez, por su libre narración, por su frescura y por su falta de complejos, aventura pura y dura, sin efectismos, aderezada con la cruda realidad de sentimientos y defectos humanos elevados al cubo, una amalgama de realidad y despreciables actuaciones del ser humano en situaciones límite, un verdadero estudio de la mezquindad y la avaricia en el hombre, mostradas sin tapujos por un director raro e irregular, en el que es, sin duda, su mejor trabajo.

Me encanta su fotografía, sus encuadres naturales, esas ropas auténticas, esos sombreros sucios y requeteusados, esas conversaciones, tan naturales que la mitad parecen improvisadas, ese lagarto que no llega a morder, esa mina que se derrumba, esas desconfianzas y esas casi traiciones.

Walter Huston parece nacido para este papel, Bogart exprime como nadie esa cara de paleto ambicioso harto de chorizo, y las situaciones en las localizaciones mexicanas parecen tan auténticas que parecen rodadas en solo un par de horas, y es que no se necesitan ordenadores para contar una apasionante historia y hacerte respirar ese polvo y hacerte asfixiar por ese calor, ni volverte egoista y desconfiado cuando crees que puedes ser Dios por unos miserables polvos de oro...todo esto se encuentra en esta joyita del cine de aventuras, una obra maestra que se muestra fresca y novedosa en cada visionado.

Sin duda Huston se mostró más inspirado que nunca. Muy recomendable en esta época de falta de ideas en esta industria. Este título se revaloriza con los años, como un buen vino.

LO MEJOR .- Su apabullante sencillez, la dirección precisa de Huston, su mala leche.
LO PEOR .- No se me ocurre nada, quizá haber metido alguna fémina, por el tema chicha.

SALUDOS.