El ahora famoso y reconocido director David Fincher empezó no demasiado bien en el mundo del largometraje hace 18 años con 'Alien 3' (aunque ahora la versión del director de la misma película ha hecho ganar enteros a la tercera entrega de la saga de los bichos viscosos), pero, en 1995, esa mala entrada no fue un lastre para dirigir la primera película con éxito de su carrera en la silla de realizador.

Es raro, pero en esta película todo es tan crudo que, a pesar de ello, no afecta nada al buen resultado global de la cinta policíaca. Un comienzo sin música y sobrio en el que el teniente William Somerset (Morgan Freeman) se prepara para un nuevo día de trabajo es, en realidad, una pista de lo que nos vamos a encontrar en la cinta: sobriedad llevada muy elegantemente. En realidad, es tan sobria la película que no ocurre nada que merezca ser recordado para la posteridad...(spoiler 1)

Poco más de una hora de metraje se resume en escenas de crimenes, amistad entre el trío Sommerset - David Mills (Brad Pitt) - Tracy Mills (Gwyneth Paltrow)...(spoiler 2) y poco más. A pesar de ello, el ritmo es rápido, no eres consciente del tiempo.

Pero desde que entra el serial-killer a escena, la película te atrapa y ya no te suelta hasta los créditos finales. Más tensión, más crudeza hasta la escena más famosa de la película...(spoiler 3) que, quizás, tiene un fallo de montaje...(spoiler 4).

Es precisamente el actor que caracteriza al serial-killer otro de los puntos fuertes de la película. Y ni siquiera su nombre aparece en los créditos iniciales ni se le ve mínimamente el rostro durante la película antes de la escena que cito antes...(spoiler 5)

Cuando termina la película...(spoiler 6), pero el veredicto es que 'Seven' es una tortura bien realizada durante todo el metraje para el público.

*Reseña del 31/10/2010