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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
6
Aventuras. Acción. Ciencia ficción El agente secreto James Bond recibe la orden de localizar la nave espacial Moonraker, que ha desaparecido misteriosamente. Sus primeras pesquisas lo llevan a seguir al millonario Hugo Drax, el constructor de la nave. Tras ser capturado por Drax, Bond descubre que el villano posee una base de lanzamiento de cohetes espaciales con los que se propone esparcir un gas tóxico que acabe con la vida terrestre, pero ésta no es más que la primera ... [+]
9 de febrero de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En plena moda de las películas espaciales debido al éxito de La guerra de las galaxias, Brocoli quiso hacerse eco del tema y produjo uno de los filmes más caros de la saga. Esta vez Bond deberá enfrentarse con Hugo Drax, un magnate que desea destruir el mundo con unas letales esporas diseminadas por la atmósfera, para después construir una civilización en el espacio.

El reputado Michael Londsdale interpreta al villano de turno, que vuelve a estar acompañado de Tiburón, el guardaespaldas que protegía a Karl Stromberg y que consiguió sobrevivir al ataque final. La película es un despropósito de tamaño sideral pero si uno no se toma demasiado en serio su argumento, se puede disfrutar gracias a sus vistosas escenas de acción. Moonraker es una parodia de los filmes de Bond con una trama disparatada pero entretenida. Su abultado presupuesto permitió que los efectos visuales fuesen de gran calidad y estuvieron nominados al Oscar. La cinta es una cascada de secuencias de acción que se suceden sin descanso con un delirante final en el espacio con el enfrentamiento entre las tropas de Drax y el ejército de Estados Unidos. Todos ellos ataviados con sus respectivos trajes espaciales disparando sus armas de rayos láser. Una vez más el papel del villano es relegado a fugaces apariciones para potenciar la acción de la película.

Entre las escenas más llamativas se encuentran la persecución en lanchas por las cataratas de Iguazú o la del comienzo con la pelea entre Bond y Tiburón mientras caen de un avión. Hay también bastante humor infantil como cuando a Bond se le dispara un dardo de un dispositivo que esconde en la muñeca y se clava en el culo del caballo de un cuadro del despacho de su jefe. O la surrealista persecución en góndola por la Plaza San Marcos de Venecia. O aquella en la que uno de sus perseguidores acaba estrellándose contra un cartel publicitario en Brasil que dice "Nosotros cuidaremos mejor de usted" a lo que Bond responde: -¡Pues por mi pueden quedárselo!
Harold Angel
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