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España España · alicante
Voto de cinema2016:
8
Ciencia ficción. Fantástico. Terror Max Renn, responsable de un sórdido canal de televisión por cable, descubre un día una emisora pirata llamada "Videodrome" con contenidos muy violentos y realistas. Una palpitante pesadilla de ciencia-ficción que nos muestra un mundo en el que el vídeo puede controlar y alterar la vida humana. Considerada por Andy Warhol la "naranja mecánica" de los 80. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2016
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Corría el año 1982, y ni que decir tiene que por aquella época todavía no existía la televisión interactiva, ni tampoco internet, ni los teléfonos móviles, ni nadie apenas había oído hablar de realidad virtual, ni de snuff movies, ni nada por el estilo. En este contexto de realidad social, escribió y dirigió David Cronenberg Videodrome, una historia en la que Max Renn (James Woods), el director ejecutivo de una modesta televisión local, termina por verse atrapado en las redes de una extraña y oscura corporación. Renn descubre por accidente un canal que emite imágenes violentas (torturas, abusos físicos…) que parecen reales, y no consigue eludir sentirse atraído por ellas. Lo que en un principio comienza siendo un mero interés profesional se va, poco a poco, transformando en una obsesión enfermiza. Su salud mental acaba por resentirse, pasando a sufrir alucinaciones paranoicas.
Tras estas premisas, Cronenberg nos arrastra hacia el terreno que más le gusta: el de la paulatina degradación física y psíquica como tránsito ineludible en el proceso de metamorfosis. Presenta el medio televisivo como una gran parábola, como el eje protagonista de una nueva filosofía fehacientemente pragmática: “la televisión forma parte de la estructura del cerebro, y como tal de la realidad”. A partir de aquí las visiones se hacen carne, “la nueva carne” (carne catódica). El conjunto resultante termina configurando una nueva anatomía, gracias a la cual es posible lograr la inmortalidad, continuar existiendo y superar las siempre prosaicas barreras de la muerte física.
Videodrome se muestra, aún hoy en día, ya muchos años después de su estreno, tan precursora como brillante, tan preclara como aterradora, tan visionaria como inclasificable. El concepto de la “nueva carne” (uno de los puntos de inflexión y de referencia dentro de la carrera del realizador canadiense) toma vida en este film, unificando en sí mismo los deseos más bizarros de su creador. Por otro lado, la idea del videódromo, la utilización de la violencia a través de las señales televisivas y la consiguiente manipulación de las voluntades por medio de la caja tonta, son temáticas subyacentes que Cronenberg no obvia en ningún momento, forjando con y a través de ellas todo su imaginario visual y conceptual, a modo de vehículo transmisor y de metáfora explicativa.
cinema2016
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