Working girl es una notable comedia romántica con toques feministas, ambientada en el entorno laboral de Wall Street de los años 80.

Mike Nichols, su director es responsable de innumerables films brillantes (personalmente considero obras maestras sus primeros films Who's afraid of Virginia Wolf (1966) y The Graduate (1967). Con su buen hacer tras la cámara, el film pasa de ser un cuento americano sobre el éxito (supuestamente feminista) a la fantástica comedia que es Working Girl, pese a todas sus debilidades.

La trama sirve de reflexión sobre la discriminación de género en entornos laborales, el famosos "techo de cristal", incluso denunciar el acoso sexual y las relaciones tóxicas. Desde la óptica yanki de los 80, el film lanzaba un mensaje progresista de superación. A ojos del siglo XXI se queda corta a muchos niveles, pero hay que reconocer el mérito de poner el foco en dichas cuestiones y seguir siendo una comedia con situaciones entretenidas y personajes bien construidos.

La famosa canción "Let the River run" de Carly Simon (que le valió el Oscar) está omnipresente durante el metraje, y los interpretes están acertadísimos en sus papeles. Melanie Griffith sabe ser creíble y transmitir emoción, Sigourney Weaver se come la cámara derrochando glamour, Harrison Ford consigue seducir y tener vis cómica, y Joan Cusack está magistral en su papel, corto pero agradecido. Secundarios de lujo (Alec Baldwin, Olimpia Dukakis, Kevin Spacey) completan este espectacular casting.

En definitiva, una gran comedia, gracias a su director y un increíble casting.