Vaya por delante que la 'Blade Runner' original es mi película favorita. La he visto decenas de veces, desde la versión original de 1982 hasta la Director's Cut de 1992, pasando por la Final's Cut de 2007.

Lo diré sin rodeos: nunca habría hecho esta secuela. Pero ya que tenían que hacerla, ésta es sin duda la mejor forma de todas cuantas se me ocurren.

'Blade Runner 2049' es una gran película en todos lo sentidos: buenas interpretaciones (incluso Ryan Gosling, que tiene el carisma de una silla, lo hace bien), una fotografía increíble (lo mejor de la película), una buena narrativa y montaje, un buen diseño de producción y, lo más importante, una buena historia. La película tiene algo que contar, algo que aportar en relación con la original, y amplía la idea de la primera 'Blade Runner' con un dilema de lo más interesante e inesperado.

Ahora bien: el problema, pienso yo, de 'Blade Runner 2049' es que siempre se le va a comparar con su antecesora. Y en todos, repito, todos los apartados, sale perdiendo. La primera tenía una mejor historia, una mejor ambientación (es increíble lo bien que ha envejecido) y, sobretodo, tenía algo que a esta le falta: alma. A 'Blade Runner 2049' le falta ese "algo", ese discurso final de Roy Batty antes de morir, esa dirección sutil del Scott joven y atrevido, esa aura de cine negro engalanada de scifi cyberpunk, ese misterio final irresoluble que tanto a dado que hablar.

Entonces, la gran pregunta: ¿me ha gustado 'Blade Runner 2049'? La respuesta es sí. Antes de entrar al cine le comentaba a una amiga que creía que me iba a gustar como película pero no como secuela. Algo así como lo que me pasó con 'Trainspotting 2'. Al salir he de decir que incluso como secuela me ha gustado. Me ha gustado el hecho de tomar la original como referencia y ampliar su universo, su misterio, y hacerlo evolucionar para plantear el mismo dilema que planteaba la primera.

El problema, sin embargo, es que esto ya está hecho. Lo de la primera fue algo innovador, y ésta no plantea nada nuevo en este aspecto. Tampoco lo pretende, y tampoco es algo negativo. Pero desde luego tampoco algo positivo. El guion es sólido, mucho, y se sostiene muy bien, pero no deja de ser otro punto de vista de un mismo núcleo.

La película, en definitiva, es buena. Y me ha gustado. Pero la gran diferencia entre 'Blade Runner' y ésta, es que mientras la primera perdurará en la memoria cinéfila por siempre, 'Blade Runner 2049' se perderá, con los años, como lágrimas en la lluvia.