El personaje de Mortensen es un buen padre de familia, tiene un buen pasar, hijos educados, una esposa a lo Marge Simpson que todavía lo quiere y lo desea como si no hubiesen pasado los años, o sea una vida mansa y tranquila; como un Homero Simpson pero sin la cerveza Duff. Pues bien a raíz de un intento de robo que se produce en su cafetería, el prota se convierte en el héroe del pueblo y ésa notoriedad hace que ciertos personajes del pasado vuelvan a su vida. Y éste buen hombre que es un ciudadano ejemplar, resulta que no es lo que parece y va a tener que afrontar ciertas cuentas pendientes. Una historia de violencia es la película más comercial de Cronenberg, y no está mal que así sea, el tema pasa porque siempre se lo identificó como un director arriesgado con un modo distinto de contar historias y este film parece realizado por otro, no tiene su sello. A mi no me pareció ni una reflexión sobre la violencia, ni un estudio sobre la sociedad ni tampoco un análisis de nada. Sólo es una película entretenida, bien filmada y con un elenco sin grandes brillos. Sin dudas que éste no es mi Cronenberg favorito, el que va a fondo para desmenuzar sin piedad lo sórdido y soterrado del ser humano. Una historia de violencia esta bien para los que gustan de unos tiros y de un poco de psicología barata y zapatos de goma (como diría Charly).