Media votos
5,2
Votos
7.736
Críticas
597
Listas
6
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Yo mismo (o no):
3
5,1
8.540
Thriller. Intriga
Tom Selznick (Elijah Wood), un joven y talentoso pianista que reaparece ante el público tras una breve retirada por miedo escénico, se sienta al piano y se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a ejecutar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su esposa. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2014
52 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pequeña película de fondos (monetarios) españoles y actores no tanto, con un guion poco original pues ya ha sido visto, sin ir más lejos, en "Última llamada", de Joel Schumacher en 2002 y con una puesta en escena como mucho correcta. Elijah Wood interpreta a un pianista que vuelve a los escenarios tras una pausa de cinco años, angustiado y temeroso en todo momento, y se encuentra con una obra que siempre le había costado interpretar y que esta vez será el precio de su vida.
La introducción nos lleva al equívoco ya que es bastante completa y la presentación de los personajes es concisa y no deja lugar a dudas. Pero en cuanto se sienta al piano comienzan los auténticos fallos, aquellos por los que parte del público aplaude tomándolos por aciertos. Como la vida misma.
Comparar esta película con alguna dirigida por Brian de Palma o por Alfred Hitchcock me parece un insulto y un ejercicio de presunción. Nada más lejos de la realidad. Lo más relampagueante: la actuación de John Cusack. Y ese final... Pffff.
La introducción nos lleva al equívoco ya que es bastante completa y la presentación de los personajes es concisa y no deja lugar a dudas. Pero en cuanto se sienta al piano comienzan los auténticos fallos, aquellos por los que parte del público aplaude tomándolos por aciertos. Como la vida misma.
Comparar esta película con alguna dirigida por Brian de Palma o por Alfred Hitchcock me parece un insulto y un ejercicio de presunción. Nada más lejos de la realidad. Lo más relampagueante: la actuación de John Cusack. Y ese final... Pffff.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La angustia que tiene el pianista al principio es confusa: no quiere por nada del mundo dar ese concierto. Tío, pues cancélalo. Ya ves tú qué problema.
Un láser (de la mira del rifle) se pasea durante medio concierto ante los espectadores y ninguno de ellos es capaz de verlo.
El personaje de Cusack (ese que no sale en la película) tiene también delito: si lo que quieres es la llave, ¿no sería más fácil destrozar el piano y sacarla? Es más, si ayudaste a construir ese sistema, ¿no podrías profanarlo fácilmente? ¿Es mejor montar todo ese tinglado durante tres años? Ah, ¿y sabía que ese concierto se iba a producir?
El tipo toca el piano mientras se saca el móvil del bolsillo, hace llamadas, lo recoge del suelo, lo coloca tras las partituras y hasta manda mensajes, sin contar sus salidas y entradas del escenario. Y de nuevo, nadie se da cuenta.
Caer desde esa altura de espaldas y romperse solo una pierna hace del pianista un auténtico tipo duro, teniendo en cuenta que el otro se mató en la misma caída.
Lo más curioso: cinco años alejado de los escenarios por el miedo y pánico que tenía a interpretar esa obra, la misma obra imposible en la que siempre había tenido errores, y en la misma noche es capaz de tocarla sin fallos dos veces. Alucinante.
Un láser (de la mira del rifle) se pasea durante medio concierto ante los espectadores y ninguno de ellos es capaz de verlo.
El personaje de Cusack (ese que no sale en la película) tiene también delito: si lo que quieres es la llave, ¿no sería más fácil destrozar el piano y sacarla? Es más, si ayudaste a construir ese sistema, ¿no podrías profanarlo fácilmente? ¿Es mejor montar todo ese tinglado durante tres años? Ah, ¿y sabía que ese concierto se iba a producir?
El tipo toca el piano mientras se saca el móvil del bolsillo, hace llamadas, lo recoge del suelo, lo coloca tras las partituras y hasta manda mensajes, sin contar sus salidas y entradas del escenario. Y de nuevo, nadie se da cuenta.
Caer desde esa altura de espaldas y romperse solo una pierna hace del pianista un auténtico tipo duro, teniendo en cuenta que el otro se mató en la misma caída.
Lo más curioso: cinco años alejado de los escenarios por el miedo y pánico que tenía a interpretar esa obra, la misma obra imposible en la que siempre había tenido errores, y en la misma noche es capaz de tocarla sin fallos dos veces. Alucinante.