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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama En un pueblo semiabandonado, Mar pasa las vacaciones junto a su padre, recién separado. Cuando la tranquilidad esperable ceda su lugar a sucesos extraños y misteriosos, surgidos a partir de las leyendas de posguerra del lugar, la niña deberá lidiar con los fantasmas de la historia y de su propia familia.
5 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas óperas primas más valientes, originales y atrevidas en la mezcla de géneros y texturas como “Les perseides”. Los catalanes Alberto Dexeus y Ànnia Gabarró entran al mundo del largometraje por la puerta grande. Todo es osadía en esta pequeña gran joya. Una película que parece que, inicialmente, se suma a la afortunada moda del cine rural, que después se convierte en película iniciática del paso de la infancia a la adolescencia de Mar, su deslumbrante protagonista, y que acaba convirtiéndose en un grito reivindicando la memoria histórica. Todo ello en apenas 70 minutos en unos tiempos de metrajes mastodónticos inabarcables. Imposible dar más por menos. Un éxito absoluto. Para acabar de rematar la cuestión, el film no deja de evocarme sabores a Víctor Erice o Carlos Saura, con los que la cinta tiene numerosos y muy afortunados puntos en común.

Todo brilla y funciona a la perfección. La funcional dirección de la pareja de cineastas catalanes, su propio guión que navega por todos los mares posibles y saliendo indemne de ellos y, claro, la interpretación portentosa de Nora Sala-Patau. Su rostro soporta la integridad del metraje cual Ana Torrent del siglo XXI, suyas son todas las escenas del film y ella demuestra que, con pocas palabras del personaje de la adolescente que interpreta, puede transmitirlo todo a cámara a través de gestos concretos y medidos y, sobre todo, de una mirada prodigiosa que embelesa a cámara y espectador. Nora nos regala una interpretación medida, exacta y economizada en gestos. Nora es un portento, absolutamente maravillosa. Intenta seguirla la joven que encarna a su amiga, Marta Tremps, también notable en su interpretación, pero lejos del portento de Nora Sala-Patau.

Y ello para relatarnos la historia del verano iniciático más extraño de una niña que ya se está convirtiendo en adolescente y que, muy poco tiempo después del divorcio de sus padres, acompaña a su progenitor a su remoto pueblo natal de Aragón para preparar la venta de la casa familiar. El aburrimiento de un verano sin amigas requiere encontrarlas con urgencia en el pueblo y lo logra, teniendo acceso a través de ellas a la par que a unas grabaciones en cassettes realizadas por su padre durante la infancia, a una realidad paralela que arrastrará a Mar y al espectador hasta la memoria histórica. Todo ello mezclado con una sabiduría impropia de unos cineastas primerizos y con un sutil realismo mágico espléndido.

Preciosa dirección de fotografía de Ssoi Ramon, que sabe sacarle partido a la sofocante luz del verano aragonés, y una inquietante música de Ángel Pérez Ortega acaban conformando una pequeña gran joya.
Sergio Berbel
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