Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sergio Berbel:
6
Intriga. Drama. Thriller Adaptación de un cuento de Julio Cortázar que narra la historia de Thomas (David Hemmings), un fotógrafo de moda que, tras realizar unas tomas en un parque londinense, descubre al revelarlas una forma irreconocible que resulta ser algo tan turbador como inesperado. (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un film más importante por lo que significa que por lo que ofrece. Sin duda, la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1967 supuso marcar un camino a la modernidad y a la experimentación fílmica que obsesionó a la mejor generación de cineastas de la historia, los setenteros que conformaron el Nuevo Hollywood y que tomaron a “Blow-Up” como fuente de inspiración para la conformación de un cine más moderno, libre y desprejuiciado formal y temáticamente, anclado en la psicodelia pop y las drogas.

Adaptando libremente un cuento de Julio Cortázar, nos cuenta la historia de Thomas, un fotógrafo de moda en la cresta de la ola, con el que todas las modelos quieren trabajar que, tras hacer unas fotos improvisadas en un parque de Londres, descubre al revelarlas un secreto incierto e inesperado, quizás un crimen. Pero más allá de una línea argumental más casual que otra cosa, sin mucha proyección narrativa lineal, es la manera libre y profundamente novedosa de rodar y los personajes y temáticas abordadas lo que interesa del film. Desde la llegada estilística y argumental setentera hasta las drogas y la psicodelia pop que invade cada plano de la cinta, interpretada por un amplio elenco actoral que pareciere igualmente bajo el influjo masivo de sustancias psicotrópicas durante el rodaje del mismo. Yo no lo afirmo, pero lo intuyo, y tampoco hay que ser Sherlock Holmes para sacar semejante conclusión.

Protagonizada por David Hemmings, por delante de la alocada cámara de Antonioni comparecen unas jovencísimas Vanessa Redgrave, Sarah Miles, Jane Birkin, Gillian Hills o la inquietante modelo alemana Verushka.

La fotografía, gozosamente setentera, de Carlo Di Palma es llamativa por el uso de los colores saturados, al igual que la estrambótica música de Herbert Hancock, en consonancia con el espíritu del film.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow