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Voto de Sergio Berbel:
10
Serie de TV. Romance. Comedia. Drama Una pareja, ambos apasionados de la gastronomía, tienen una cita tras contactar a través de una app para amantes de la comida. Los dos comienzan a conocerse, con las dudas típicas de los primeros pasos de una posible relación, visitando diversos restaurantes, con la incertidumbre del presente y el recuerdo de las heridas sentimentales causadas por relaciones anteriores. El sabor amargo de una relación puede durar mucho tiempo, pero ... [+]
4 de octubre de 2023
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Existe una Isabel Coixet edulcorada y superficial con la que no acabo de conectar. Otra Coixet que hace muy buenas películas (“Nadie quiere la noche”). Una tercera Coixet magistral que marca mi vida (“Mi vida sin mí”, “La vida secreta de las palabras”). Y una Isabel Coixet sublime que me ha hecho llorar dos veces viendo una serie. Y hace mucho tiempo desde la última vez que eso ocurriera. “Foodie love” vivirá conmigo para siempre porque la considero perfecta.

Insuperable en estética y en contenido. El estilo visual alambicado e iconoclasta de la Coixet alcanza su máximo esplendor en esta maravilla. Es impresionante de principio a fin, con una dirección de fotografía apabullante por su belleza. Pero no es sólo por eso: la cineasta catalana utiliza imágenes de archivo, bocadillos como si sus personajes fuesen de cómic, pensamientos relatados con voz en off mientras la escena real se va desarrollando, reflexiones a cámara, música escogida con un acierto y una exquisitez infinita… ¿Qué no tiene “Foodie love”? La respuesta correcta es que lo tiene todo. Pura innovación gozosa.

Y a Laia Costa. La mejor actriz en activo del planeta derrocha por cada poro de su piel un recital interpretativo antológico encarnando a una chica a la que le cuesta ir enamorándose de un hombre del que debería hacerlo. Pero tiene una herida interior que, como ella mismo dice, aún no ha cicatrizado porque no para de arrancarse la costra. Nadie puede alcanzar lo que logra Laia Costa delante de una cámara. Dije nadie. Guillermo Pfening hace lo que puede para sostener el tipo ante ella, pero… es imposible. Laia Costa devora cada plano, cada escena, cada momento.

Y el guión, de la propia Coixet, es la otra gran baza de esta serie: deconstruye, a través de la comida y de la pasión de sus dos protagonistas por los restaurantes, todas las fases de una historia de amor, sin dejarse ni una atrás. Absolutamente todas. “Foodie love” es un tratado sobre el amor magistral y completo. Y sobre el desamor. Y sobre lo duro que es sentir algo por alguien.

Dicho sea de paso, me resulta un acierto inconmensurable ese pequeño gran detalle de que no conozcamos en ningún momento el nombre de la pareja protagonista, como si eso fuera lo de menos, como si pudiéramos ser cualquiera de nosotros. Vamos conociendo los distintos nombres de los diferentes personajes que van apareciendo en pantalla (muchos de ellos reales, interpretándose a sí mismos como hosteleros de la noche o de la restauración), pero jamás el de sus protagonistas. Sólo son Ella y Él. Magistral.

Me regala esta serie, además, algunas de las escenas más románticas que haya visto en muchos años y dos conversaciones (cada una de ellas en uno de los dos últimos episodios) de esas que te tocan el corazón y te hacen sufrir de lo lindo. No quiero enamorarme nunca más después de ver “Foodie love”, pero sí estoy enamorado de la serie.
Sergio Berbel
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