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Voto de Sergio Berbel:
7
Drama. Thriller En tiempos de guerra, el brillante físico estadounidense Julius Robert Oppenheimer, al frente del 'Proyecto Manhattan', lidera los ensayos nucleares para construir la bomba atómica para su país. Impactado por su poder destructivo, Oppenheimer se cuestiona las consecuencias morales de su creación. Desde entonces y el resto de su vida, se opondría firmemente al uso de armas nucleares. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Oppenheimer” es lo mejor y menos palomitero de Christopher Nolan y, sin embargo… Reconozco de inicio que tengo problemas con su cine y que el empujón definitivo para ir al cine a verla fue vivirla con el privilegio de hacerlo con mi amigo Jorge Buj. Su cine suele presentar un exceso de comercialidad para mis gustos y maneras, así como una hipertrofia en la que ha incurrido el cine contemporáneo que está convirtiendo la experiencia de sentarse delante de una pantalla de cine en una maratón innecesaria. Sus totalmente injustificados 180 minutos podrían haber sido reducidos a la mitad y la película se entendería perfectamente. Desconozco cuál es la causa (seguro que comercial) de llevar las películas hasta el paroxismo de un exceso de metraje imposible como al que llega “Oppenheimer”. Para mí, no es una virtud sino un importante lastre y este film se llega a hacer pesado y anodino, sobre todo en su decepcionante tramo final.

Y hablo de decepcionante tramo final porque, hasta que comienza a deslizarse por los manidos y archisabidos caminos del thriller judicial que tanto me hastía, la película me estaba interesando, cosa no habitual en el cine con pretensiones científicas (soy de letras) y elevadas (no lo son tanto finalmente nunca) de Nolan. Es cierto que su primera mitad, donde se desarrolla la personalidad del protagonista y su carrera científica hasta la discutida “cumbre” de la misma, me resultó adictiva a pesar de su ritmo acelerado que te asfixia sin necesidad, para finalmente morir en la orilla en un más de lo mismo.

Porque desconozco por qué su guión, igualmente escrito por Nolan, lleva a la cinta a un ritmo frenético para contarlo todo de manera atropellada en su primera parte (yo soy amante de las historias que se cuecen a fuego lento en las que Paul Thomas Anderson es el Dios verdadero) para después perder su fuelle narrativo completamente y resultar lenta de solemnidad en su tramo final, muy descompensado y decepcionante con respecto al resto.

Eso sí, la capacidad visual de Christopher Nolan resulta apabullante siempre, en todas y cada una de sus partes, porque tiene el poder del dinero tras él y no hay miserias presupuestarias y porque tiene una capacidad innata que resulta imposible obviar. En su aspecto estético, el film resulta apabullante, a pesar de que esté basado todo él en primeros planos y efectos y no nos deje ni un solo movimiento de cámara memorable para recordar en el futuro.

Al igual que ocurre con su elenco actoral, en cuyos personajes secundarios van apareciendo los mejores actores y actrices del momento sin solución de continuidad. Desde la interpretación perfecta del gran Cillian Murphy (“Peaky Blinders”) hasta una fantástica Emily Blunt, pasando por Robert Downey Jr, Matt Damon, Kenneth Branagh, Gary Oldman, Casey Affleck y, para mí, niña de mis ojos donde las haya y mimada de mi corazón, una rutilante Florence Pugh, que pone la sensualidad y la tentación en un personaje interesantísimo encarnando a la joven amante comunista de Oppenheimer.

La dirección de fotografía de Hoyte Van Hoytema es de las que hacen época, puro virtuosismo plástico de principio a fin y, sobre todo, mucho oído para la partitura musical original de Ludwig Göransson, que pretende y logra ser la gran protagonista de la película erigiéndose en narradora oficial del film, sobre todo en su innecesariamente acelerada primera parte.

Por lo demás, la cinta nos narra la biografía de Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, un físico cuántico magistral que siempre estuvo cerca del movimiento comunista norteamericano y al que el sistema derrotó a través de todos los métodos que el film explicita sin tapujos. Porque en eso Nolan es honesto y no se ahorra crítica al capitalismo salvaje de su país y a todos sus resortes de poder perfectamente engrasados para triturar a quien ose ponerse frente al mismo.
Sergio Berbel
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