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Polonia Polonia · Terrassa
Voto de Taylor:
9
Comedia. Drama. Romance Jack (Sydney Pollack) y Sally (Judy Davis), dos de sus mejores amigos, sorprenden a Gabe (Woody Allen) y a Judy (Mia Farrow), anunciándoles su intención de separarse. Pasado el primer momento de estupefacción, la pareja empieza a plantearse si su matrimonio se basa en una relación realmente sólida. Mientras Jack y Sally tratan de rehacer sus vidas al lado de otras personas, Gabe comienza a flirtear con una de sus alumnas de la ... [+]
2 de noviembre de 2010
61 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hombres, mujeres, maridos, esposas, novios, novias, amantes… Qué más da. En esta peli no se salva ni Dios. Una vez más, mi gafapasta predilecto arremete contra todo bicho viviente y, como no podía ser de otra manera, nos ofrece una singular y cáustica tesis matrimonial en la que nadie echará de menos -en absoluto- ni una sola de las fases por las que puede pasar una pareja. Una tesis parecida a las de Bergman, sí, pero en plan más coñón.

Aún así, “Maridos y mujeres” no es, precisamente, una de las pelis más mordaces e hilarantes de Allen. Ni mucho menos. Me sorprendió constatar, incluso, que alguna de sus secuencias (en concreto la de la fiesta en la que Jack se avergüenza del escaso nivel intelectual de su joven bomboncito) fuese verdaderamente violenta. O dramática, al menos. Algo que, por descontado, no es habitual en las películas del neoyorquino.

Podría decirse, pues, que “Maridos y mujeres” es una de las pelis más serias y profundas de toda la filmografía de Allen. Una peli en la que los movimientos de cámara, la tonalidad y la voz en off le otorgan un aire entre afrancesado y documental y en la que el pesimismo y la desolación flotan inexorablemente en el ambiente. Y quizás, por eso mismo, más de uno podrá considerarla relativamente decepcionante si la comparamos con otras obras maestras de su autor como “Annie Hall”, “Delitos y faltas” o “Hannah y sus hermanas”. Pero si estás casad@ y/o mantienes una relación estable durante más de cinco años entenderás perfectamente que la despiadada disección matrimonial de Allen es -para lo bueno y para lo malo- tan real como la vida misma. Y si no, cásate y verás.
Taylor
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