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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Drama Crónica de la vida de ocho trabajadores de un poderoso banco de inversión durante las 24 horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. Cuando Peter Sullivan (Zachary Quinto), un analista principiante, revela datos que podrían conducir la empresa a la ruina, se desencadena una catarata de decisiones tanto morales como financieras que producen un terremoto en la vida de los implicados en el inminente desastre. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece mentira, pero han pasado ya casi quince años desde que la gran crisis de 2008 convulsionara el mundo llevándose por delante muchas economías nacionales, empresariales y familiares y, lo que es casi peor, abriendo los ojos a mucha gente sobre lo endebles y volátiles que son las bases en las que se asientan los sistemas financieros globales. Mucha gente se arruinó, casi todos nos tuvimos que apretar el cinturón, pero flota desde entonces la sensación de que la economía mundial tiene mucho de ficción, de teatro, de gente jugando con números que no se corresponden con un valor real y que, en cualquier momento, alguien se dará cuenta y todo se vendrá abajo otra vez. Pero si nos preguntan qué provocó la crisis, sólo unos pocos sabrían explicarla (y eso si les dan pizarra y tiempo), muchos sólo intuyen qué hay detrás de los conceptos que todos hemos venido oyendo desde entonces: Lehman Brothers, prima de riesgo, subprime, bonos indexados y demás y la gran mayoría ni eso.

En el cine hay tres obras que, para mí, han abordado el tema con cierta rigurosidad e interés divulgativo, es decir, tratando de ir más allá de la típica cinta social de gente sufre mucho o que lo ha perdido todo. “Too big to fail” describe a alto nivel, desde la perspectiva de las altas esferas políticas y financieras de EEUU, las horas inmediatamente anteriores y posteriores a la caída de Lehman Brothers, el efecto dominó sobre las economías mundiales y la paradoja de que los sistemas capitalistas y liberales, que defienden la libertad total de los mercados, su crueldad y su total independencia de los estados, tuvieran que aceptar que hay entidades demasiado importantes y con ramificaciones en los más profundo del tejido económico mundial como para dejarlas a merced del destino, siendo necesario ayudarlas con recursos públicos llegado el caso. “Inside Job” es un documental con alguna cara famosa que sí que entra en profundidad sobre las causas de la crisis y aprovecha las capacidades del formato para explicar conceptos de manera casi académica con animaciones y powerpoints, siendo la vez que más cerca he estado yo de entender el tema. Finalmente, “La gran apuesta” se podría considerar como una guionización y escenificación de la obra anterior, que gana en comprensibilidad, hace intuitivas y accesibles algunas situacione, pero a costa de perder profundidad. Amenas a la vez que interesantes, el conjunto de estas tres producciones me parece la manera perfecta de iniciarse en las bases de los sistemas financieros de hoy en día así como para entender sus riesgos y debilidades.

“Margin call” podría ser perfectamente la cuarta pata de esa serie, aunque está más orientada a la parte dramática y emocional que la divulgativa. Algo fría y desconectada del público, personalmente me gustó porque tiene el aliciente de que adopta la perspectiva de los “malos”, un banco de inversiones, cuando son conscientes de la dimensión del lío en el que ellos mismos se han metido con sus políticas y estrategias de riesgo y dinero fácil. Surge entonces un clima de sálvese quien pueda en el que aflora el lado más mezquino de cada uno, sin reparos para seguir cayendo más y más bajo en su inmoralidad, sin aceptar sin más el daño que han provocado en la gente que confió en ellos, y aferrándose hasta el último momento a lo que mejor saben hacer: seguir exprimiendo a sus inversores y buscar chivos expiatorios que carguen con el mochuelo. Incluso las pocas actitudes medio decentes son casi fruto del no tener nada que perder.

Con grandes actores, bien dirigidos y diálogos bien escritos, consigue conectar escenas de una bajeza humana memorable, con personajes supuestamente ficticios (pero perfectamente reconocibles por las noticias y que seguro que coinciden con personalidades conocidas del día a día de cada uno) podridos por el dinero. La película puede resentirse a la hora de enganchar al espectador porque no toca un tema fácil de explicar ni agradable de ver, pero ofrece una perspectiva interesante y pocas veces explotada.
OsitoF
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