Hay cientos de argumentos para explicar lo decepcionante de esta cinta pero, desde luego, no se puede decir que no da lo que promete: la película se llama “Caminando entre dinosaurios” y su espectacular puesta en escena con revolucionarias técnicas de animación trasladan al espectador al Jurásico. Igualmente, sin ser yo ningún experto en la materia, transmite una enorme sensación de trabajo y rigurosidad en lo que se refiere al modelaje de los saurios, sus movimientos y capacidades.

Desgraciadamente, lo que podría haber triunfado siendo simplemente una obra de corte documental o con la típica historia genérica de dinosaurios humanizados, unos buenos y otros malos, se infantiliza hasta extremos ridículos por los típicos productores que tratan de ofrecer a los niños de hoy lo que a ellos les gustaba que les ofrecieran en su infancia. Y que no tiene nada que ver porque los tiempos han evolucionado más de lo que indican sus informes y estadísticas y a la chavalería de ahora no le guste que les tomen por simples; demandan tramas más profundas, personajes más realistas y les avergüenza ver triceratops ninja o tiranosaurios cegados por tartazos.

¿Lo ideal? Ver un rato la introducción, cuando el producto se dedica a lucir su técnica y disfrutar de lo logrado de la ambientación y pasar a otra cosa cuando empiezan los diálogos sonrojantes y las aventuras nivel preescolar.