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Voto de OsitoF:
8
5,8
7.386
Bélico. Drama. Acción
Año 1942, Segunda Guerra Mundial. Después del devastador ataque sorpresa que destruyó Pearl Harbor, la Armada Imperial Japonesa se prepara para un nuevo ataque. Pero el Almirante Nimitz (Woody Harrelson) y Dick Best (Ed Skrein), el mejor piloto de la armada estadounidense, preparan un contraataque al imponente ejército japonés. Así, Best encabezará un ataque masivo que hará que Japón se dé cuenta de su error. Una decisión que cambió el ... [+]
4 de octubre de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todos los géneros cinematográficos, el bélico es el que más me atrae. Desde siempre, desde pequeñito. Lo que toda la vida se ha dado en llamar ‘las películas de guerra’, para entendernos, especialmente desde que “Salvar al soldado Ryan” dio ese salto de calidad en lo referente a las escenas de acción que se volvieron hiperrealistas y terminó de eliminar ese tópico de buenos que nunca mueren y que cuando disparan siempre dan en el blanco y malos que se comportan como buscando la muerte. No digo que una buena película bélica tengan que ganar los malos o morir los buenos, sino que lo que ocurra tiene que parecer real y creíble.
Desgraciadamente, es un cine que ya no atrae tanto como antes. La gente que busca acción (de los otros, los que buscan drama, comedia o cosas indies, ya ni hablamos) va buscando otro tipo de acción, tipo cosas de superhéroes (que también molan) o cosas más simples, que no requieran contexto histórico, ni tratar de entender estrategias o pensar si ciertos comportamientos atípicos en los soldados obedecen a determinadas tácticas. Y por eso, la noticia de que se iba a hacer una película sobre la Batalla de Midway me trajo por un lado el habitual subidón y por otro muchas dudas por el director elegido, uno de los reyes del cine-espectáculo, el inimitable Roland Emmerich. ¿Cómo afrontaría Emmerich el desafío? ¿Desde el rigor o desde el show? Ya había demostrado en películas como “Anonymous” que es capaz de rodar cosas contenidas pero, ¿no se le iría la mano y saldría algo extremo rollo “Independence Day”? ¿O sería capaz de moderarse y ofrecer un enfoque riguroso con la historia? ¿Quizás algo a medio camino como “El Patriota”?
Pues lo primero que hay que decir es que “Midway” es bastante profunda. No se limita simplemente a la batalla en sí ni a colocar aviones que se ametrallan unos a otros. Intenta (y consigue) poner la batalla en su contexto recorriendo y escenificando los acontecimientos más relevantes desde el ataque a Pearl Harbour: el bombardeo del 7 de Diciembre de 1941, el contraataque en las Marshall, el bombardeo de Tokio y la escaramuza de el Mar del Coral. Al final, al espectador se le da un muy buen resumen de esos seis meses y las circunstancias que condujeron a la batalla. A pesar de los continuos saltos temporales y espaciales, narrativamente hay buena mano y un público medianamente atento no tendrá problema para seguir la historia y ubicarse sin problemas. Además, salvo especialistas y entendidos que no les importa que les den datos, datos y más datos de una batalla en particular, el público normal agradece y valora que se cuente poco de muchas cosas y no que le saturen con muchas cosas de un tema concreto. Al final queda una introducción de más de una hora, pero con un eficaz efecto desengrasante.
En lo que es la batalla propiamente dicha, Emmerich hace un ‘Midway guided tour’ para turistas con los momentos más significativos del enfrentamiento. Vamos, que no es un ensayo ni está basando en los típicos monográficos de 700 páginas sobre el tema, es un resumen (bastante bueno) de cómo se desarrolló la batalla recorriendo los puntos de obligado interés: el papel de los criptógrafos, el bombardeo inicial de Midway, la búsqueda de la flota japonesa, la inmolación de los torpederos, la indecisión de Nagumo y el momento clave en el que unos pocos viejos y supuestamente inútiles bombarderos en picado causan los mayores de los estragos al tomar a los japoneses en el momento más vulnerable. Yo no lo habría descrito mejor. Por muy poco interés que se tenga en temas bélicos o poco conocimiento en la Segunda Guerra Mundial, la película es accesible a todos los públicos sin caer en la simpleza. Para más información, está la bibliografía y en YouTube hay videos bastante buenos con el desarrollo de la batalla casi minuto a minuto.
.
En cuanto a la forma, el buen trabajo de documentación se refleja en todo el armamento y aspectos militares (barcos, aviones, equipamiento, uniformes). Quizá se percibe un uso desproporcionado (aunque supongo que necesario) del croma verde que hace que la película discurra por una sensación de irrealidad como en la “Amenaza Fantasma”. Por comparar, las escenas equivalentes de “Pearl Harbour” quedan más reales en todos los aspectos, si bien “Midway”, en su conjunto, es más creíble. Por otra parte, aunque estamos ante un Emmerich muy contenido, se mantiene fiel a su principio de que la realidad no debe estropear una buena explosión, por lo que mete un poco de napalm de más en momentos puntuales. Eso es extensible a una sospechosa precisión y agilidad en pesados bombarderos americanos a la hora enfrentarse y derribar aviones caza japoneses. Son escenas innecesariamente poco realistas, aunque supongo que Emmerich no podía dejar de pasarlas por alto para reforzar lo valientes que eran esos pilotos (como si hundir cuatro portaviones no fuese indicador suficiente).
También se abusa de las trazadoras y se sacrifican el rigor en las tácticas para hacer que las escenas sean más espectaculares (prácticamente los aviones ‘cargan’ contra los barcos en manada sin tratar de ofrecer un blanco lo más difícil posible). El resultado son escenas muy en la línea de Star Wars, disfrutables por público poco exigente… y por el exigente también, a poco que acepte que está delante de un producto, no de una tesis.
Sigo en el Spoiler por razones de espacio, no cuento nada.
Desgraciadamente, es un cine que ya no atrae tanto como antes. La gente que busca acción (de los otros, los que buscan drama, comedia o cosas indies, ya ni hablamos) va buscando otro tipo de acción, tipo cosas de superhéroes (que también molan) o cosas más simples, que no requieran contexto histórico, ni tratar de entender estrategias o pensar si ciertos comportamientos atípicos en los soldados obedecen a determinadas tácticas. Y por eso, la noticia de que se iba a hacer una película sobre la Batalla de Midway me trajo por un lado el habitual subidón y por otro muchas dudas por el director elegido, uno de los reyes del cine-espectáculo, el inimitable Roland Emmerich. ¿Cómo afrontaría Emmerich el desafío? ¿Desde el rigor o desde el show? Ya había demostrado en películas como “Anonymous” que es capaz de rodar cosas contenidas pero, ¿no se le iría la mano y saldría algo extremo rollo “Independence Day”? ¿O sería capaz de moderarse y ofrecer un enfoque riguroso con la historia? ¿Quizás algo a medio camino como “El Patriota”?
Pues lo primero que hay que decir es que “Midway” es bastante profunda. No se limita simplemente a la batalla en sí ni a colocar aviones que se ametrallan unos a otros. Intenta (y consigue) poner la batalla en su contexto recorriendo y escenificando los acontecimientos más relevantes desde el ataque a Pearl Harbour: el bombardeo del 7 de Diciembre de 1941, el contraataque en las Marshall, el bombardeo de Tokio y la escaramuza de el Mar del Coral. Al final, al espectador se le da un muy buen resumen de esos seis meses y las circunstancias que condujeron a la batalla. A pesar de los continuos saltos temporales y espaciales, narrativamente hay buena mano y un público medianamente atento no tendrá problema para seguir la historia y ubicarse sin problemas. Además, salvo especialistas y entendidos que no les importa que les den datos, datos y más datos de una batalla en particular, el público normal agradece y valora que se cuente poco de muchas cosas y no que le saturen con muchas cosas de un tema concreto. Al final queda una introducción de más de una hora, pero con un eficaz efecto desengrasante.
En lo que es la batalla propiamente dicha, Emmerich hace un ‘Midway guided tour’ para turistas con los momentos más significativos del enfrentamiento. Vamos, que no es un ensayo ni está basando en los típicos monográficos de 700 páginas sobre el tema, es un resumen (bastante bueno) de cómo se desarrolló la batalla recorriendo los puntos de obligado interés: el papel de los criptógrafos, el bombardeo inicial de Midway, la búsqueda de la flota japonesa, la inmolación de los torpederos, la indecisión de Nagumo y el momento clave en el que unos pocos viejos y supuestamente inútiles bombarderos en picado causan los mayores de los estragos al tomar a los japoneses en el momento más vulnerable. Yo no lo habría descrito mejor. Por muy poco interés que se tenga en temas bélicos o poco conocimiento en la Segunda Guerra Mundial, la película es accesible a todos los públicos sin caer en la simpleza. Para más información, está la bibliografía y en YouTube hay videos bastante buenos con el desarrollo de la batalla casi minuto a minuto.
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En cuanto a la forma, el buen trabajo de documentación se refleja en todo el armamento y aspectos militares (barcos, aviones, equipamiento, uniformes). Quizá se percibe un uso desproporcionado (aunque supongo que necesario) del croma verde que hace que la película discurra por una sensación de irrealidad como en la “Amenaza Fantasma”. Por comparar, las escenas equivalentes de “Pearl Harbour” quedan más reales en todos los aspectos, si bien “Midway”, en su conjunto, es más creíble. Por otra parte, aunque estamos ante un Emmerich muy contenido, se mantiene fiel a su principio de que la realidad no debe estropear una buena explosión, por lo que mete un poco de napalm de más en momentos puntuales. Eso es extensible a una sospechosa precisión y agilidad en pesados bombarderos americanos a la hora enfrentarse y derribar aviones caza japoneses. Son escenas innecesariamente poco realistas, aunque supongo que Emmerich no podía dejar de pasarlas por alto para reforzar lo valientes que eran esos pilotos (como si hundir cuatro portaviones no fuese indicador suficiente).
También se abusa de las trazadoras y se sacrifican el rigor en las tácticas para hacer que las escenas sean más espectaculares (prácticamente los aviones ‘cargan’ contra los barcos en manada sin tratar de ofrecer un blanco lo más difícil posible). El resultado son escenas muy en la línea de Star Wars, disfrutables por público poco exigente… y por el exigente también, a poco que acepte que está delante de un producto, no de una tesis.
Sigo en el Spoiler por razones de espacio, no cuento nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El tratamiento de los personajes va en esa línea. La historia ‘macro’ se va contando a través de los ojos de los grandes generales (Nimitz, Halsey, Spruance, Yamamoto, Nagumo...) y la historia ‘micro’, el día a día, a través de marinos, soldados y aviadores que se destacaron en esos días decisivos, pero de los que casi nadie se acuerda el nombre. Realmente no hay un esfuerzo por desarrollarlos ni porque jueguen un papel importante, más allá de que los primeros nos expliquen sus decisiones y por qué la historia discurre por donde discurre y los segundos para que veamos el resultado de dichas decisiones. Pero todo muy simple, en la misma línea de que todo resulte comprensbible, de que la gente sea blanca o negra, nada de grises. En el lado americano, la idea es hacer aparecer el mérito de la victoria como un trabajo de equipo. En el lado nipón, la culpa de todos los males se personifica en el supuestamente inútil y orgulloso almirante Nagumo, mientras que Yamamoto es idealizado y liberado de toda culpa. Bueno, ya se sabe, licencias.
En general, “Midway” es una buena película. Recomendable para todos los públicos. ¿Me hubiese gustado más rigor? Pues sí, qué duda cabe, pero estoy contento con el trabajo de Emmerich. Firmaba ahra mismo que todas las películas de guerra fuesen así.
En general, “Midway” es una buena película. Recomendable para todos los públicos. ¿Me hubiese gustado más rigor? Pues sí, qué duda cabe, pero estoy contento con el trabajo de Emmerich. Firmaba ahra mismo que todas las películas de guerra fuesen así.