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3
6,2
19.065
Thriller. Acción. Aventuras
Bond ha dejado el servicio secreto y está disfrutando de una vida tranquila en Jamaica. Pero su calma no va a durar mucho tiempo. Su amigo de la CIA, Felix Leiter, aparece para pedirle ayuda. La misión de rescatar a un científico secuestrado resulta ser mucho más arriesgada de lo esperado, y lleva a Bond tras la pista de un misterioso villano armado con una nueva y peligrosa tecnología.
10 de junio de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo suyo era criticarla al salir del cine, pero sabía que no iba a valer la pena pagar dinero por ver la nueva de Bond.
Así que esperé a verla en casita tranquilamente. Buscando los motivos por los que las críticas estaban siendo tan mediocres.
Y al principio de la película no lo entendí. Es decir, sabía que iban a intentar provocar a la fanbase con eso de "ju ju, mirad que disruptivos somos, que el título de 007 se lo damos a una mujer de color, y si no estás de acuerdo, es porque eres malvado". Por eso cuando salió Nyobe (no recuerdo ni cómo se llama el personaje de Lynch), no me chocó tanto como si me hubiese pillado de nuevas.
Pero llegando a la mitad empecé a notar ese tufillo, ese ansia de querer "destruir a Bond", y no al espía, no al "agente secreto", sino a lo que representa cuando sale en la pantalla. La deliciosa transformación que materializó Craig en Casino Royale, pasando de las fantasiosas películas de Brosnan a la crudeza mostrada en el Bond de Craig se diluye, se distorsiona, se afanan en caricaturizarle y en sacarle todo lo que lo hacía diferente a cualquier otro "agente secreto". Y aunque Zimmer ponga todo su oficio en esta ocasión (menos mal, ya estaba yo cansado de sus últimas idas de olla junto a Nolan), poco puede hacer cuando la película no acompaña.
¿Y acaso logra Fukunaga destruir al mítico 007? Esto ya queda para Spoilers. Al final de los créditos, como es tradición, se lee con relativa tranquilidad que "James Bond will return" pero... Will "they/them"?
Así que esperé a verla en casita tranquilamente. Buscando los motivos por los que las críticas estaban siendo tan mediocres.
Y al principio de la película no lo entendí. Es decir, sabía que iban a intentar provocar a la fanbase con eso de "ju ju, mirad que disruptivos somos, que el título de 007 se lo damos a una mujer de color, y si no estás de acuerdo, es porque eres malvado". Por eso cuando salió Nyobe (no recuerdo ni cómo se llama el personaje de Lynch), no me chocó tanto como si me hubiese pillado de nuevas.
Pero llegando a la mitad empecé a notar ese tufillo, ese ansia de querer "destruir a Bond", y no al espía, no al "agente secreto", sino a lo que representa cuando sale en la pantalla. La deliciosa transformación que materializó Craig en Casino Royale, pasando de las fantasiosas películas de Brosnan a la crudeza mostrada en el Bond de Craig se diluye, se distorsiona, se afanan en caricaturizarle y en sacarle todo lo que lo hacía diferente a cualquier otro "agente secreto". Y aunque Zimmer ponga todo su oficio en esta ocasión (menos mal, ya estaba yo cansado de sus últimas idas de olla junto a Nolan), poco puede hacer cuando la película no acompaña.
¿Y acaso logra Fukunaga destruir al mítico 007? Esto ya queda para Spoilers. Al final de los créditos, como es tradición, se lee con relativa tranquilidad que "James Bond will return" pero... Will "they/them"?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Empecemos por el villano. Porque ya llevamos una rachita de malos que dan mucha risa o ascopena. El Bond de Craig tenía la gracia de no ser tan "comiquero" como anteriores Bonds. Por eso, cuando salen malos comiqueros como el de Bardem, o como el de Malek, pegándose el discursito mientras Bond piensa en un plan para escapar o hablando de sus estúpidas motivaciones megalómanas, me descuadra cualquier atisbo de seriedad. Su fijación con la niña es ridícula e injustificada, igual que con Madeleine. La trama que rodea al villano es de ese sabor estrafalario que tenían las pelis de Bond de antes, me cuadra más para el personaje de Brosnan.
Sí, creo que todos disfrutamos en mayor o menor medida de esa falta de seriedad de las pelis de Brosnan, pero de eso iba el Bond de Brosnan. Cine de acción con toquecitos "wacky". Pero LeChiffre era un villano serio y chungo, por eso engranó tan bien en Casino Royale con en el Bond de Craig. En ésta no se sabe a qué juega, y por supuesto, un malo que no le da a Bond más guerra que la de tomar un rehen o la de echarle encima a sus mercenarios no es un villano a la altura.
La trama que rodea a Bond se ve lastrada por esta persecuta a medio resolver de Safin (Malek) con Madeleine ¿Bond enamorado y con familia? Bueno, no es descabellado, siempre que eso lleve a una buena trama, o al menos mínimamente coherente, pero en este caso, está todo a medio atar, todo a medio explicar y traer de vuelta el recuerdo de Vesper no lo arregla.
Nigiri, la muchacha de color que se apropia del título de 007, es quizás la provocación más gratuita al seguidor de la saga. Pero sabíamos que eso iba a ocurrir. Lo que me esperaba era que se tratase de un nuevo 007 con el estilo de 007. Si me dijesen que Paloma (Ana de Armas) era la nueva 007, me lo habría creido y hasta le habría dado el OK a semejante idea: atractiva, elegante, divertida, de armas tomar, bebe y cumple con su misión. En 5 minutos, Ana de Armas le da mil vueltas al personaje de Lynch: grandullona, tosca, 0 sex appeal siendo así de soldadesca con su traje de fuerzas especiales... Muy lejos de lo que supone el personaje de James Bond o de lo que representa el título de 007. Normal que la broma de "la nueva 007" no le dure ni 20 minutos. Es que hasta Moneypenny le da sopas con ondas.
Y el final es, creo, la provocación definitiva a la fanbase de Bond. "pues ahora vamos a matarlo como se las gastan en Rogue One". Vaya, ni que Bond no hubiese "muerto" unas cuantas veces. Pero parece que aquí lo matan, y se aseguran de dejarlo bien muerto: con una tira de disparos encima, y por si acaso, enfermo, o contagiado de un supervirus mágico que mata todo lo que toca para que no se le ocurra salir de donde esté.
Es triste que después de que Craig haya traído a un Bond algo menos "estrambótico", su saga haya terminado con esta descacharrante retahíla de provocaciones al espectador, y se hayan cansado de mostrarnos a un Bond que en realidad parece un matón más que el ingenioso agente secreto, pero además cansado, viejo y a veces no muy listo (me inflitro en la base del malo y a la mínima, monto el pollo, metralleta en mano ¿Me disparan? Mi coche es blindado, puedo quedarme aquí todo el día). Y nos hayan mostrado la patita de que el título de 007 se lo pueden dar a cualquiera que se le ponga.
No tenemos todo el tiempo del mundo, y la fanbase no tiene toda la paciencia del mundo.
Sí, creo que todos disfrutamos en mayor o menor medida de esa falta de seriedad de las pelis de Brosnan, pero de eso iba el Bond de Brosnan. Cine de acción con toquecitos "wacky". Pero LeChiffre era un villano serio y chungo, por eso engranó tan bien en Casino Royale con en el Bond de Craig. En ésta no se sabe a qué juega, y por supuesto, un malo que no le da a Bond más guerra que la de tomar un rehen o la de echarle encima a sus mercenarios no es un villano a la altura.
La trama que rodea a Bond se ve lastrada por esta persecuta a medio resolver de Safin (Malek) con Madeleine ¿Bond enamorado y con familia? Bueno, no es descabellado, siempre que eso lleve a una buena trama, o al menos mínimamente coherente, pero en este caso, está todo a medio atar, todo a medio explicar y traer de vuelta el recuerdo de Vesper no lo arregla.
Nigiri, la muchacha de color que se apropia del título de 007, es quizás la provocación más gratuita al seguidor de la saga. Pero sabíamos que eso iba a ocurrir. Lo que me esperaba era que se tratase de un nuevo 007 con el estilo de 007. Si me dijesen que Paloma (Ana de Armas) era la nueva 007, me lo habría creido y hasta le habría dado el OK a semejante idea: atractiva, elegante, divertida, de armas tomar, bebe y cumple con su misión. En 5 minutos, Ana de Armas le da mil vueltas al personaje de Lynch: grandullona, tosca, 0 sex appeal siendo así de soldadesca con su traje de fuerzas especiales... Muy lejos de lo que supone el personaje de James Bond o de lo que representa el título de 007. Normal que la broma de "la nueva 007" no le dure ni 20 minutos. Es que hasta Moneypenny le da sopas con ondas.
Y el final es, creo, la provocación definitiva a la fanbase de Bond. "pues ahora vamos a matarlo como se las gastan en Rogue One". Vaya, ni que Bond no hubiese "muerto" unas cuantas veces. Pero parece que aquí lo matan, y se aseguran de dejarlo bien muerto: con una tira de disparos encima, y por si acaso, enfermo, o contagiado de un supervirus mágico que mata todo lo que toca para que no se le ocurra salir de donde esté.
Es triste que después de que Craig haya traído a un Bond algo menos "estrambótico", su saga haya terminado con esta descacharrante retahíla de provocaciones al espectador, y se hayan cansado de mostrarnos a un Bond que en realidad parece un matón más que el ingenioso agente secreto, pero además cansado, viejo y a veces no muy listo (me inflitro en la base del malo y a la mínima, monto el pollo, metralleta en mano ¿Me disparan? Mi coche es blindado, puedo quedarme aquí todo el día). Y nos hayan mostrado la patita de que el título de 007 se lo pueden dar a cualquiera que se le ponga.
No tenemos todo el tiempo del mundo, y la fanbase no tiene toda la paciencia del mundo.