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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
8
Drama. Bélico En el Japón medieval, el poderoso señor Hidetora decide abdicar y repartir sus dominios entre sus tres hijos. El menor considera que la idea es absurda y sólo servirá para causar problemas. Su padre, enfurecido, lo deshereda. Muy pronto descubrirá su error: la ambición hará que sus hijos mayores se enfrenten por el poder en una cruenta guerra. Se inspira en el drama de Shakespeare "El rey Lear". (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2012
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue su última gran película y con ella ofreció su última gran exhibición. Al cine de Kurosawa es necesario meterle mano sabiendo que lo que uno va a degustar es una pieza única hecha por un artesano, hay que tener paciencia y saber que cada escena, cada minuto de sus películas, supone un ejercicio de coherencia que tiene relación con el engranaje global del mensaje que pretende transmitir. Con esta historia épica ambientada, como en otras ocasiones, en el Japón feudal Kurosawa se va a buscar en las miserias eternas del ser humano la esencia con la que construye "Ran". No es amor, ni amistad, ni las cosas buenas de la vida de lo que se nutre Kurosawa, con "Ran" se nos enseña el lado cruel y vengativo del ser humano, sus ansias de poder, la insensibilidad, el egoísmo, en fin, el lado malo y oscuro del humano.

Tengo que destacar necesariamente que ese lado oscuro es el mismo en el Japón que se ambienta en "Ran" que el de Shakespeare o el de mi vecino del quinto, son cosas de las que estamos hechos, es nuestra condición de humanos. A mí Kurosawa a veces me ha decepcionado, en otras películas me ha parecido un tostón y siempre he ido con cuidado, creo que con el tiempo acabaré entendiéndolo y deberé revisitar su obra. Con este drama familiar se metió un homenaje maravilloso, llena de colorido, de escenas para no olvidar, con actores algo histriónicos pero con un estilismo que ya no se ve. Es fácil hablar de colorido majestuoso, desde la primera escena de la caza del jabalí no vemos otra cosa que guerreros vestidos de rojo, amarillo o azul que contrastan con el verde de la vegetación y el cielo azul imperioso. Kurosawa quiso que fuera así, es su ofrenda a la estética, porque el cine es imagen y bien lo sabía, de esta manera es imposible olvidar la triste figura del jefe del clan, con su pelo blanco, cayendo de la cúpula suprema al subsuelo más lamentable.

Hay muchas cosas a destacar, y es por ello que en mi opinión es muy fácil defender una película así, el que no le presta la atención necesaria se aburrirá y se dormirá, normal, esto no es un videoclip, es una película como una casa y es justo pedirle una atención mayor. Merece muchísimo la pena. Yo a menudo entre nombres propios ajenos a mi cultura y esos peinados imposibles, me he he perdido en otras muestras de cine nipón, por eso afirmo, y más en este caso particular, que vale muchísimo la pena prestarle mayor atención, de esta manera es fácil disfrutar.
Luisito
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