Al director falangista le abrían las puertas de par en par y tenía todas las facilidades del mundo, no pasa nada por decirlo y que ningún nostálgico se enfade, es una cuestión tan sencilla como sumar dos y dos. La película no es mejor ni peor porque un fascista jugara a mostrar una realidad social sin complejos, el problema de la vivienda varias generaciones después permanece firme como una estaca imperturbable. Probablemente tener un techo digno era, es y seguirá siendo el principal dolor de cabeza de la sociedad española.

¿La película es buena porque mezcla humor con drama social, nos alejamos del neorrealismo y hasta vemos a Fernán Gómez haciendo de payaso-torero? Yo de mi cinco pelao no me muevo, no porque el director fuera de los que tenían un muelle en el sobaco y alzaba el brazo como ya nos podemos imaginar, me la pela, como si hubiera sido stalinista, no doy un paso más allá de mi cinco porque la espiral de la que no se mueve desde que se levanta por la mañana el primer día no da para más. De esa rueda que hace que los personajes choquen con la problemática dada (la vivienda) no nos movemos hasta el final (que llega entrecomillado a nuestros días con la aparición de una segunda opción): vemos a los malos a un lado y los buenos a otro, bondad y maldad, especuladores y gente de bien. Vamos, sólo falta la Guardia Civil y el párroco.

Todo muy justito, no será mi crítica la más popular, ya ves, como si fuera importante mi opinión...

Me quedo con lo que le espeta al marido la vecina que cobija a la mujer y a los niños: "El hombre-hombre sabe ganar dinero, así que demuestre que lo es"... Por un momento he pensado que esa ama de casa iba a citar al superhombre nietzscheano y me he acojonado... Menos mal...