"Segundas partes nunca fueron buenas" dice el dicho y, por desgracia es algo que se suele cumplir muchas veces en el mundo del cine...afortunadamente de vez en cuando nos encontramos con honrosas excepciones como es el caso de la segunda parte de "Solo en Casa". Esta vez el pequeño Kevin la acaba liando más gorda, se equivoca de avión y va a parar a Nueva York completamente solo. Aunque al principio se lo pasará en grande viviendo la buena vida las cosas se complicarán cuando Harry y Marv escapen de la cárcel y busquen venganza...

Con este punto de arranque comienza esta muy digna secuela donde la diversión está asegurada. Gran acierto recuperar a prácticamente todo el reparto de la anterior película, personajes que ya les cogiste cariño y quieres ver que ha sido de ellos. De nuevo el trío protagonista (Macaulay-Pesci-Stern) lo bordan en sus papeles al que hay que añadir a un divertido Tim Curry como empleado de hotel de sonrisa malvada.

La estructura de la película es muy similar a la anterior, de nuevos nos divertiremos viendo como Kevin engaña a los adultos para salirse con la suya siempre (¿por qué en estas películas los adultos son tan idiotas?) y, lo que más nos gusta, más trampas para los pobres ladrones que sufrirán de lo lindo en esta entrega. De hecho Kevin se convierte en esta película en un MacGyver en sus mejores tiempos, improvisando todo tipo de trampas letales con pocos recursos y estando encima en un terreno que no conoce. Por cierto, las escenas de la madre buscando a su hijo se han reducido todavía más en esta secuela, cosa de agradecer.

Quizá el principal problema de "Solo en Casa 2" es que se trata de una secuela poco ambiciosa a la hora de mostrar algo nuevo ya que nos encontramos un producto que prácticamente copia en todo a la primera parte. Si exceptuamos el escenario que sí es distinto la estructura de la película es calcada. Se repiten situaciones y trampas similares a las que ya conocemos, con algunos matices, pero la sensación de "deja vu" es constante. De todas formas no le bajo mucho la nota porque a pesar de las repeticiones la mayoría de las escenas cómicas siguen funcionando y te ríes igualmente. Sin embargo es cierto que se echa de menos en esta secuela más cosas que la diferencien de su predecesora. El elemento sorpresa obviamente también se pierde por lo que le falta el "encanto" de la primera. Y la música de John Williams, aunque muy buena, repite demasiados temas, por lo que no luce tanto.

En definitiva, si te gustó la primera parte es una película muy recomendada siempre y cuando tengas en cuenta que vas a ver más de lo mismo y poca evolución o novedades. Si se quedó con ganas de más porrazos, caídas, trampas, de los chillidos de Kevin, los gruñidos de Harry o los gritos de Marv, no se la pierda.