La película que nos ocupa nos ofrece una historia de investigación y misterio, que rehúye de cualquier toque más ligero de los que tanto abundan hoy en día, para presentar una cinta que se toma muy en serio a sí misma e introduce al espectador en una ambientación sombría. De hecho, lo más destacado es esa ambientación, seguida del trabajo de Christian Bale y Harry Melling, muy convincentes en sus papeles protagonistas. Por otro lado, en cuanto a los aspectos que no me han convencido tanto, encontraríamos un desarrollo algo irregular y unos giros de guion que, sin estar mal, en ocasiones no resultan tan sólidos e impactantes como deberían.

El resultado es una película interesante que, dentro de su tono pausado, he seguido con interés de principio a fin. Con sus cosas buenas y sus cosas malas, me parece una producción recomendable sin problemas. Pero también es ese tipo de obra que puede dejar en el espectador un sabor de boca de que, con los medios y los actores con los que contaban, se podía haber conseguido algo aún mejor.