Las tramas están poco desarrolladas o mal explicadas. El asesinato del hijo del rey de los pictos (hecho importantísimo en la historia) está metido a calzador, y el romance con la bruja picta casi ni se percibe. En cuanto a los actores, están bastante aceptables pero no destaca ninguno

Pero esta película no destaca por su guión, sus actores o su argumento. Contando con la premisa de que el presupuesto de esta película fue bastante bajo, el diseño de producción merece un notable alto tirando a sobresaliente. La ambientación es soberbia. Casi te parece estar andando entre romanos de verdad. El vestuario está cuidado al milímetro. No hay una armadura que no tenga un detalle grabado. La fotografía es asombrosa. Por fin hay alguien que se decide a grabar en exteriores, y eso es de agradecer dado los tiempos que corren con tanto croma y tanta tecnología para crear paisajes artificiales. Los paisajes fueron escogidos al detalle.
En cuanto a combates y batallas, se agradece el uso de la sangre. De acuerdo que Neill Marshall tiene en su carrera películas bastante sangrientas, pero es que, señores, las gladius cortaban, y mucho. Basta ya de ñoñerías en combates cuerpo a cuerpo a espadazo limpio en los que lo único que sangra un poco es el filo de la espada. “Centurión” nos muestra probablemente los combates más crudos pero fidedignos que nos podamos encontrar en el cine.
Otra cosa que me gustó bastante de “Centurión” es que no deja bien a ningún bando. Recordemos que la historia la cuentan los vencedores, y es normal que el magnánimo imperio romano sea alabado por su grandiosidad, pero no olvidemos que no hicieron otra cosa que someter a medio mundo a su poder, imponiéndose y aplastando a cualquiera que se pusiera a su paso, e importándole tres narices cuanta sangre dejaran atrás. Julio Cesar perdió un millón de hombres para conquistar la Galia.
En conclusión, “Centurión” es una película de aventuras y acción muy digna, ya no por su argumento, sino por su diseño y estética.
PD: el final es abierto. A mi no me disgustaría ver a Quinto Dias liderando al ejército picto contra el imperio que le dio la espalda.