La protagonista menciona que les doblaron para tenerlos controlados, aunque no lograron "copiar el alma" (???), lo cual carece totalmente de sentido y plantea muchos interrogantes de nula solución. Yo prefiero "comprar" la idea de que la historia nos habla de nuestro yo reprimido, bien por los convencionalismos, por cuestiones culturales, históricas, políticas... etc. Tenemos un doble, por así decirlo, escondido en la oscuridad del subconsciente, que no permitimos salir, mientras sobrevivimos o nos dejamos manipular y embarcamos en una vida superficial y consumista (para lo que no veo en qué puede ayudar el tener un doble prisionero en túneles de metro, donde por cierto, siguen funcionando las escaleras mecánicas...). Continúo: ese ser que escondemos se está rebelando y quiere salir. Para hacerlo, debe matar a nuestro "personaje", ese ser ficticio que hemos creado para vivir los supuestos "valores" y códigos de la sociedad. Es decir, está naciendo una nueva humanidad, pero lo terrorífico es que no parece que sea mejor.

En cuanto a los errores de guión, resulta llamativo, en primer lugar, que todos los "dobles" sean capaces de acabar fácilmente con sus "originales", excepto -qué casualidad- los de la familia protagonista, a pesar de tener múltiples oportunidades de hacerlo. Otro ejemplo: la "doble" de la amiga desaprovecha la oportunidad de cargarse a la amenazadora "prota" mientras se pinta embelesada los labios ante el espejo. ¡Absurdo!... ¿o no? El "doble" del marido, en lugar de matarlo cuando está medio inconsciente, lo mete en una bolsa de plástico y lo carga en la lancha... ¿para qué? Y así, con todos los cuatro. En cambio, el resto no parece haber tenido el menor problema y, mientras los cadáveres de sus "originales" yacen tirados por toda la región, ellos se dan las manos y forman una cadena que recorre USA, mientras la familia protagonista huye a... ¿¿México?? y se desvela lo ya previsto: la "prota" era la doble de la niña "original"- ¿Qué nos quiere contar realmente Mr. Peele?