Aunque ya vista en ocasiones anteriores es agradable, pone en primer plano valores que no están de "moda".
La ética, el valor de enfrentar el poder en beneficio de otros a sabiendas de las consecuencias que puede traer tal postura, la fidelidad a aquellos que confían en nosotros por encima de cualquier consideración, la esperanza que se deriva de la fe en la coherencia con lo que se piensa que debemos hacer.
No se puede perder de vista que el relato se produce en época del estalinismo, que lejos de encarnar los valores del marxismo se convirtió en un tiempo de culto al dictador en que son perseguidos, castigados y hasta eliminados miles de opositores no ya al régimen comunista, sino a Stalin y su forma de dirigir el estado-
El director del colegio es la representación de aquellos que al socaire de mandatos totalmente intolerables por parte del poder intentando tener controlada a toda la población, convirtiendo en espías y delatores a vecinos, conocidos, compañeros... Es el esconderse en "lo que los demás esperan de mí", algo que hoy tampoco es infrecuente (colaboración en desahucios, preferentes, competencia entre compañeros, justificaciones en ciertos comportamientos del poder...)-
Aunque manido el tema del encuentro entre profesor y niños en condiciones precarias no deja por ello de estar lleno de humanidad y sin tener que recurrir para nada a situaciones lacrimógenas.
Una película con valores, bien interpretada y bien fotografiada.
Rweomendable