Guy Ritchie con Jason Statham. Cine negro británico con muchos personajes carismáticos que tratan de matarse unos a otros. Frases lapidarias y humor negrísimo.
Sin embargo, este título está muy por debajo de "Snatch", "Lock and stock" e incluso de "Rocknrolla".
La película está muy alejada del cine comercial por sus continuas voces en offs, montajes raros y sobre todo sus estrambóticos giros argumentales.
Muy pendiente hay que estar para poder captar lo que se nos está contando, y aún así cuesta trabajo pillar todos los matices.
Es demasiado extraña.
Aún así, tiene algo de la esencia del cine de Ritchie. Podemos ver a Jason Statham hacer algo levemente distinto de lo que nos tiene acostumbrados, así como ver recuperado a un más que perdido Ray Liotta, y es relativamente entretenida aunque no se entienda bien.