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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Terror Max Renn, responsable de un sórdido canal de televisión por cable, descubre un día una emisora pirata llamada "Videodrome" con contenidos muy violentos y realistas. Una palpitante pesadilla de ciencia-ficción que nos muestra un mundo en el que el vídeo puede controlar y alterar la vida humana. Considerada por Andy Warhol la "naranja mecánica" de los 80. (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Videodrome es una película rara. Siempre vendrá algún listillo a explicártela, basándose en alguna teoría que tú podrás desmontar sin esfuerzo. Lo que ves en la pantalla es lo que hay, nada más.

Aunque parezca mentira, hubo un tiempo en el que David Cronenberg no era tan conocido como ahora. Su fama se debe, en parte, al impulso que tomó su carrera gracias a Videodrome. Aquí el director canadiense nos cuenta la historia del poder que ejerce la televisión sobre los espectadores y que hay cierto tipo de audiencia que, en busca de dar rienda suelta a su fantasía y desengancharse de la vida, da por bueno todo lo que sale del televisor. Eso nos dice la película y eso es lo que hay. Lo demás es simplemente decoración. No obstante, todo lo puesto para adornar el recorrido del espectador a través de los casi 90 minutos de metraje, no sobra en ningún momento. El surrealismo en el que nos introduce Cronenberg nos lleva, por paradójico que parezca, a creer realmente en su historia y es precisamente eso lo que da tantísimo valor al trabajo del director, ya que en cierto modo está haciendo con el espectador lo mismo que está contando en la cinta. Gracias a unos efectos especiales realmente buenos para la época, Videodrome logra crear un universo palpable que no deja ningún espacio en blanco. Además, la maestría de Cronenberg a la hora de crear tensión, es un valor incalculable en favor de la cinta.

El apartado interpretativo no es que sea la bomba. Viene a ser que el protagonista es James Woods en la época en la que más se recreaba en su trabajo. Sobreactúa de tal manera que, antes de desatarse la verdadera paranoia de la película, ya estamos viendo algo totalmente postizo en ella. Por suerte, el bueno de Woods tiene en su haber algunos grandísimos trabajos (un año más tarde en Érase una vez en América, sin ir más lejos). Debbie Harry, cantante de Blondie, tampoco es que sea exactamente Meryl Streep, aunque da el pego dentro de las rarezas de la película. Jack Creley está correcto en sus cortas apariciones, algo que no puede decirse de su "hija", una Sonja Smits robótica que no transmite nada. Peter Dvorsky y Leslie Carlson cierran el reparto con dos interpretaciones pasables que llegan al aprobado porque comparten pantalla con un desafortunado elenco.

Resumiendo, que es gerundio: Videodrome es una película rara de cojones, sí, pero lo cierto es que pone sus cartas boca arriba desde el primer momento y luego dedica el resto del metraje a hacer disfrutar al espectador con un atractivo diseño de producción. Convertida en película de culto de forma merecidísima, está lejos, en mi modesta opinión, de ser La naranja mecánica de los años 80, como dijo Andy Warhol.
Grijander
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