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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
5
Comedia. Western Albert, un granjero cobarde, se echa atrás en un duelo pistolero, motivo por el cual su novia decide abandonarlo por otro hombre. Sin embargo, un día llega a la ciudad una hermosa mujer de quien se enamora y que lo ayudará a descubrir su coraje, valentía que será puesta a prueba puesto que esta mujer arrastra un marido prófugo que reclama venganza. (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2014
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Mil maneras de morder el polvo es la segunda película con actores de carne y hueso del creador de Padre de familia, Padre Made in USA y El show de Cleveland, entre otras series de animación.

Seth MacFarlane es un crack. Con su "debut", Ted, nos presentó una comedia romántica (con su particular estilo) que venía a decir al mundo entero que ese género puede trabajarlo cualquiera. En Mil maneras de morder el polvo, MacFarlane da un salto más y, viajando hacia el salvaje oeste, nos trae otra comedia romántica que da un par de vueltas de tuerca más. Entre lo bueno de la película se encuentra su humor, ese que es tan poderoso como difícil de aceptar; entre lo malo, encontramos un metraje excesivo que deja al aire algunas carencias. El humor actual y friki de MacFarlane es algo que nos chifla a los que acabamos con dolor de pecho tras alguna de sus travesuras, pero aquí, sin un Ted, un Roger, un Stewie Griffin o un Quagmire en el que ampararse, hay gags que tienen menos impacto pese a que la mayoría siguen siendo de una solvencia incuestionable. La ambientación esta trabajada y la larga pelea en el bar está rodada como un buen homenaje. Además, los numerosos cameos siempre aportan cosas, sobre todo si alguno de ellos puede considerarse épico, como es el caso. En contra de MacFarlane juega el haber hecho una plaga de gags que, sin embargo, no contentará a las masas en una película de unas dos horas de duración.

El propio Seth MacFarlane protagoniza la película en el que es el primer papel principal para él. No está mal del todo, aunque le falta la presencia que requieres alguno de los chistes más potentes y, por encima de todo, le falta la calidad para interpretar aquello que nace de su mente. MacFarlane, como no es tonto, hace una comedia romántica en la que hay besos y en el papel de "la chica" elige ni más ni menos que a Charlize Theron, que se divierte de lo lindo en la película. Liam Neeson, el malote, está sembrado en un personaje que no le exige nada en absoluto. Amanda Seyfried a mí, personalmente, sigue sin gustarme nada en absoluto. Aunque sea en una película tan particular como esta, me siguen "incomodando" sus exagerados intentos sobreactuados de meterse en cualquier personaje. Patrick Neil Harris es, aquí, un Barney bigotudo y, para eso, simplemente tiene que sacar a relucir sus dotes de gran actor cómico, cosa que hace, por supuesto. Giovanni Ribisi y Sarah Silverman forman una pareja interesante con su propia historia de amor (y sexo) paralela.

Resumiendo: Mil maneras de morder el polvo agradará a los que gusten del humor de MacFarlane, pero no es apta para todos los públicos y, eso, no tiene nada que ver con la edad en este caso. Yo he acabado con dolor en el pecho de tanto reír, sinceramente, pero sé que está lejos de ser una buena película y, también, lejos de ser lo mejor que nos dará un MacFarlane al que, si le dan rienda suelta, puede sorprendernos.
Grijander
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