Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Nacho Ambigú García:
9
Thriller. Drama Mildred Hayes (Frances McDormand), una mujer de 50 años cuya hija adolescente ha sido violada y asesinada, decide iniciar por su cuenta una guerra contra la Policía de su pueblo, Ebbing, al considerar que no hacen lo suficiente para resolver el caso y que se haga justicia. Su primer paso será contratar unas vallas publicitarias denunciando la situación y señalando al jefe de policía, William Willoughby (Woody Harrelson), como ... [+]
23 de enero de 2018
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martin McDonagh —“Escondidos en Brujas” (2008), “Siete Psicópatas” (2012)— se ha ganado su puesto destacado en esa familia de la que hablábamos aquí hace nada, con motivo de “Suburbicon” (George Clooney, 2017), la de los renovadores brutales y satíricos del género negro, cuyo máximo exponente es el dúo formado por los hermanos Joel y Ethan Coen.

“Tres anuncios en las afueras” nos traslada de nuevo a la Norteamérica sureña, palurda y racista, el escenario predilecto del cine negro en los últimos tiempos. Olvidémonos ya de los detectives en gabardina seduciendo a ritmo de saxo y martini en ristre; ahora quienes lo petan son los sheriffs campechanos y abotargados de bourbon y donuts. Y, por supuesto, nada de perversas maniquíes y vampiresas con un 38 en el liguero; en el género negro del siglo XXI las mujeres son más listas, más bravas, salen de casa sin maquillar, sangran como seres humanos que son, y además llevan el mando.

El empeño de una madre por resolver el caso de la violación y muerte de su hija la lleva a desafiar a la policía del pueblo, incapaz de haber encontrado al culpable. Este es el punto de arranque y la trama central, casi una simple excusa para darnos un paseo por este rincón del salvaje Oeste contemporáneo e ir conociendo a la fauna y la escoria que lo habita.

Un guion perfectamente trenzado y dosificado (aunque a primera vista pueda parecer lo contrario), de una comicidad admirable teniendo en cuenta el panorama dramático, y rematado en un desenlace insólito, no por giro sorpresa o golpe de efecto, sino por el riesgo de alejarse de lo previsible, lo políticamente correcto y lo presumiblemente comercial.

La película es además un ejemplo de cómo construir y desarrollar personajes, de cómo impedir etiquetarlos o prejuzgarlos desde cualquier extremo o postura tajante, con actuaciones fabulosas de Frances McDormand y Sam Rockwell, ella una madre coraje que lo mismo planta cara a toda una comisaría que les patea la entrepierna a un par de adolescentes membrillos: y él, un tarugo enmadrado a lo Norman Bates que parece una versión de Torrente parida por Donald Trump.

Ya la tengo en mi lista de favoritas del año, y estamos aún en enero.
Más información en http://ambigugarcia.blogspot.com
Nacho Ambigú García
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow