Sólo comenzaba a tener alguna gracia cuando se acercaba el final, como en muchas novelas, que las terminas por saber que pasa pero que les sobran las tres cuartas partes. Pero el mayor desastre de la serie son parte de los actores protagonistas, si exceptuamos a Blanca Portillo y a Pepón Nieto, y destacando como lo peor a Francesc Garrido, el colmo de la falta de expresividad, un Carles Francino en su línea, y con un absurdo personaje que no se sabe que aporta a la historia, una Aída Folch nada creíble, Eva Santolaria con una pésima actuación y un personaje que no le paga para nada, otro error de casting, y por supuesto una dirección desastrosa. Otro fallo fácilmente subsanable es el acento, cuando ves una película americana no escuchas a los actores hablando español con acento americano, pues podían haber doblado a algunos actores y no escucharlos en español con acento catalán, aunque hubiera sido rodada en catalán, que me parece maravilloso por dónde se desarrolla la acción. En definitiva una trama de intriga que se diluye en subtramas que no la hacen avanzar y con un final que deja mucho que desear en mi opinión. Hace recordar aquella antigua escueta crítica: "¿Para qué?"