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España España · Madrid
Voto de kikujiro:
7
Drama Natacha y Jérémie se aman desde siempre, el es médico, ella pediatra y están enamorados desde los 14 años. Cada año se plantean seguir la relación o acabar con ella. Un buen día ella decide acabar porque no quiere seguirle a él en su carrera política y prefiere instalar su consulta en un barrio marginal. Una noche es violada por un vecino fascista, que se proclama de izquierdas, y se queda en estado catatónico. El, ya casado y con una ... [+]
6 de octubre de 2005
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Guédiguian es uno de esos directores que no ocultan sus inclinaciones políticas. Ni en su vida, ni en su cine. Como Ken Loach, presume de comunismo, y su cine es claramente militante, de izquierdas. El director marsellés lleva años rodando en su ciudad, siempre con el mismo equipo técnico y artístico, y siempre tocando los mismos temas (aunque con su posterior película, Presidente Miterrand, parece que inicia una nueva etapa en su carrera).

Aparte de su ideología, claramente visible en cada trabajo suyo, un tema que siempre ha tenido una vital importancia en su cine, es el amor. "Mi padre es ingeniero" es, básicamente, una historia de amor. Dos personas que se aman, a pesar de que las circunstancias vitales de cada uno, los hayan separado.

Se inicia la película con Natacha en una especie de estado de shock (que hasta el final no sabemos a qué es debido), y sin querer pronunciar una palabra. Este hecho provoca el reencuentro con Jérémie, su amor de toda la vida. A través de diversos flash-backs se nos muestra como era aquella relación de dos médicos comunistas convencidos. Ella decidió quedarse en su ciudad, y ayudar a los más cercanos. Él, pretendía llevar su ayuda a mayor escala.

En el momento en el que se encuentran, los dos están sufriendo una crisis. Se preguntan si merece o no la pena luchar por lo que siempre han luchado. La idea de ayudar a mejorar el mundo siempre es bonita, pero puede llegar a ser muy frustrante. El director, en medio de esta hermosa historia de amor, no deja de lado sus habituales temas; como el conflicto racial o la clase obrera.

Quizás haya temas que puedan sonar a ya vistos en su filmografía, pero a mí, en ningún momento, me pareció estar viendo más de lo mismo. Quizás, lo que menos gracia me hizo fue la utilización de la Pastoral, a la que Guédiguian quería darle un significado muy concreto, pero con la que no sintonicé en ningún momento del filme. Un filme, por otra parte, contado con enorme sensibilidad y llevado con exquisito gusto por el siempre interesante director francés
kikujiro
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