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Voto de Kande:
10
7,2
38.472
Ciencia ficción. Drama. Thriller
Sátira sobre la 'telebasura', los reality shows, el abuso tecnológico, nuestra insaciable sed de distracción y la deshumanización de la sociedad hacia la que nos dirigimos. Segundo de los episodios independientes y autoconclusivos (con diferentes tramas y reparto) "Black Mirror" creada por Charlie Booker, antiguo crítico televisivo de "The Guardian" y artífice de "Dead Set" (2008). "Black Mirror" es una aclamada miniserie sobre las ... [+]
22 de julio de 2014
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo en los cincuenta y nueve minutos que dura este episodio tiene una tristeza inmensa. A veces sola, y a veces acompañada por otras emociones o sentimientos. El asco, la simpatía, la angustia, la pena, incluso la alegría. Pero son sólo acompañantes. La tristeza siempre está ahí.
Está ambientado en un futuro lejano. Todas las razas conviven en paz y en un ambiente de igualdad y seguridad inimaginable, en establecimientos no muy pequeños, que se rigen por un sistema de méritos. Una versión totalmente virtual del dinero, pero aún más esencial, porque con ellos se escapa del spam, se consigue pasta de dientes y comida básica, etcétera. Todo esto nos recuerda a una suerte de Wall-E o 1984(libro del cual me declaro culpable de no haber leído), pero, por supuesto, con diferencias claras. Aquí ninguna persona es obesa. Los méritos se consiguen, literalmente, andando en bicicleta, y quien no se ejercita lo necesario, engorda y es envíado a trabajar como ¿esclavo? de la gente no-obesa. Hay sólo una forma de escapar de esta vida rutinaria: tener algún talento artístico... y quince millones de méritos para comprar la inscripción a un reality-show.
Asumiendo que redacté ese segundo párrafo correctamente, la historia se centra en un hombre de color de apellido Bing, que es extremadamente rico en méritos, pero no lo aparenta. Se ejercita como todos y mantiene un pefil bajo, hasta que conoce a Abi, una chica con una voz angelical, a quien dona casi todos sus méritos para que participe del concurso. Pero, como siempre, la fama tiene un precio alto.
Ahora, la crítica: es triste. Extremadamente triste. Aunque es una idea que se ha retratado cientos de veces, particularmente esta versión del futuro distópico que tememos desde Orwell, es extremadamente triste. Nuestros héroes pierden lo poco que tienen o alguna vez soñaron con tener, y los demás personajes tiene personalidades hasta psicóticas, y las tienen como si fuera algo normal. Porque es algo normal.
Bing aprende(y termina convenciéndonos de) que todo tiene un precio. Puede tocarnos mucho o puede tocarnos poco. Hasta indirectamente. Al final, no es el héroe griego que pudo haber sido, sino un antihéroe que sabe que le espera un gran lugar en el infierno, si es que existe tal cosa. Bing sabe que su vida es un engaño. Pero, ¿fue alguna vez otra cosa? ¿Puede ser otra cosa alguna vez?
Despampanante. Personalmente, prefiero el primer episodio de esta serie, pero recomendaría "15 Millones de Méritos" a cualquier persona que esté abierta a ver desenlaces diferentes y lecciones confusas.
Post data: impecable la actuación de Kaluuya.
Está ambientado en un futuro lejano. Todas las razas conviven en paz y en un ambiente de igualdad y seguridad inimaginable, en establecimientos no muy pequeños, que se rigen por un sistema de méritos. Una versión totalmente virtual del dinero, pero aún más esencial, porque con ellos se escapa del spam, se consigue pasta de dientes y comida básica, etcétera. Todo esto nos recuerda a una suerte de Wall-E o 1984(libro del cual me declaro culpable de no haber leído), pero, por supuesto, con diferencias claras. Aquí ninguna persona es obesa. Los méritos se consiguen, literalmente, andando en bicicleta, y quien no se ejercita lo necesario, engorda y es envíado a trabajar como ¿esclavo? de la gente no-obesa. Hay sólo una forma de escapar de esta vida rutinaria: tener algún talento artístico... y quince millones de méritos para comprar la inscripción a un reality-show.
Asumiendo que redacté ese segundo párrafo correctamente, la historia se centra en un hombre de color de apellido Bing, que es extremadamente rico en méritos, pero no lo aparenta. Se ejercita como todos y mantiene un pefil bajo, hasta que conoce a Abi, una chica con una voz angelical, a quien dona casi todos sus méritos para que participe del concurso. Pero, como siempre, la fama tiene un precio alto.
Ahora, la crítica: es triste. Extremadamente triste. Aunque es una idea que se ha retratado cientos de veces, particularmente esta versión del futuro distópico que tememos desde Orwell, es extremadamente triste. Nuestros héroes pierden lo poco que tienen o alguna vez soñaron con tener, y los demás personajes tiene personalidades hasta psicóticas, y las tienen como si fuera algo normal. Porque es algo normal.
Bing aprende(y termina convenciéndonos de) que todo tiene un precio. Puede tocarnos mucho o puede tocarnos poco. Hasta indirectamente. Al final, no es el héroe griego que pudo haber sido, sino un antihéroe que sabe que le espera un gran lugar en el infierno, si es que existe tal cosa. Bing sabe que su vida es un engaño. Pero, ¿fue alguna vez otra cosa? ¿Puede ser otra cosa alguna vez?
Despampanante. Personalmente, prefiero el primer episodio de esta serie, pero recomendaría "15 Millones de Méritos" a cualquier persona que esté abierta a ver desenlaces diferentes y lecciones confusas.
Post data: impecable la actuación de Kaluuya.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Quiero remarcar(y asegurarme de, así sé que no te estoy mintiendo cuando te lo digo) que es muy triste y voy a aprovechar este espacio para esto. Nota: tiene spoilers leves, así que si eres valiente...
El principio es triste porque sabes por historias que conoces y haz leído y visto que lo que vive Bing no es vida, y el guión no hace más que demostrártelo.
El final es triste porque es puramente desesperanzador. Después de todo lo que ha sufrido Bing, su recompensa no es más que una mentira más de las que alguna vez intentó rebelarse. Y él lo sabe y vive esa tristeza, sabiendo que así es la vida. Al menos, la que le tocó vivir.
El destino de Abi es triste porque... ella merecía mucho más. Ella merecía mucho mejor. De todas las personas, ella merecía más, y más que nadie. Creo que si has visto el episodio concordarás conmigo.
Los personajes secundarios son tristes porque querés que cambien y lo querés con toda tu buena voluntad, pero no lo hacen porque no está dentro de sus posibilidades.
El hecho de que casi nadie sonría de una manera sincera y medianamente sana durante todo el episodio es triste.
Por último, es triste que en todo momento temamos por Bing o por Abi, o por ambos, que realmente esperamos que logren lo que se proponen, pero ambos terminan prostituyéndose. En diferentes sentidos, pero prostituyéndose, y en grande.
El principio es triste porque sabes por historias que conoces y haz leído y visto que lo que vive Bing no es vida, y el guión no hace más que demostrártelo.
El final es triste porque es puramente desesperanzador. Después de todo lo que ha sufrido Bing, su recompensa no es más que una mentira más de las que alguna vez intentó rebelarse. Y él lo sabe y vive esa tristeza, sabiendo que así es la vida. Al menos, la que le tocó vivir.
El destino de Abi es triste porque... ella merecía mucho más. Ella merecía mucho mejor. De todas las personas, ella merecía más, y más que nadie. Creo que si has visto el episodio concordarás conmigo.
Los personajes secundarios son tristes porque querés que cambien y lo querés con toda tu buena voluntad, pero no lo hacen porque no está dentro de sus posibilidades.
El hecho de que casi nadie sonría de una manera sincera y medianamente sana durante todo el episodio es triste.
Por último, es triste que en todo momento temamos por Bing o por Abi, o por ambos, que realmente esperamos que logren lo que se proponen, pero ambos terminan prostituyéndose. En diferentes sentidos, pero prostituyéndose, y en grande.