Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Jaime Flores:
7
Intriga. Drama Con su hijastro Jason, Alex Gates regenta una pequeña empresa de vinos de importación que abastece a la mayoría de los millonarios de un selecto barrio de Miami. Por motivos de trabajo, un día conoce a Gabriela, empleada doméstica de un acaudalado matrimonio que posee un valiosísimo collar de diamantes. Alex decide robar la joya y escapar de la ciudad con Gabriela, pero el destino le prepara una sorpresa que cambiará totalmente el curso ... [+]
14 de noviembre de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Sangre y vino" es la sexta y última colaboración entre Bob Rafelson y Jack Nicholson, sellando así un idilio profesional de más de tres décadas, cuyo mayor emblema sigue siendo "El cartero siempre llama dos veces". Esta que nos ocupa es un claro vehículo de lucimiento para el actor, de forma parecida a como lo fueron "Ni un pelo de tonto" y "Al caer el sol" para Paul Newman. Eso no significa que esté hecha únicamente por y para él, ya que la película posee un soporte suficientemente sólido como para subsistir por sí sola, pero evidentemente Jack es el que le da ese toque mágico que sólo las estrellas de su calibre pueden dar.

El actor norteamericano es uno de los pocos que son un valor seguro y, una vez más, está estupendo. Le acompaña Michael Caine haciendo las veces de un tipo con serios problemas de autocontrol. El inglés se lo curra en una actuación dinámica y tremenda, consiguiendo que veamos únicamente al personaje. También está por ahí Judy Davis, que siempre suma, a diferencia de unos deficientes Stephen Dorff y Jennifer Lopez cuyos personajes, además, poco aportan, ya que lo importante aquí son Jack, Michael y sus trapicheos.

La película nos cuenta una más que correcta historia de misterio, perfecta para una noche en la que no quieras nada excesivamente complejo pero tampoco cualquier chorrada. En su apenas horas y tres cuartos, "Sangre y vino" entretiene, sin baches y con muy buen gusto, obsequiándonos con más de un par de escenas poderosas casi sin que nos demos cuenta. Además, el filme goza de una fotografía majestuosa y abusa, para nuestra fortuna, de los atardeceres de Florida, creando una atmósfera con tintes de intriga, tragedia y elegancia. Es todo esto lo que termina haciendo de "Sangre y vino" una película que no hay que perderse.
Jaime Flores
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow