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España España · Barcelona
Voto de Jaime Flores:
7
Intriga. Thriller Un investigador del FBI especializado en analizar la mente y el comportamiento de los asesinos en serie se ve obligado a recurrir a Hannibal Lecter, a quien mandó a la cárcel, para que le ayude en el caso de un asesino de familias, cuyo patrón de conducta le resulta imposible desentrañar. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A diferencia de "Hannibal", que tomaba una senda particular y se configuraba como una especie de película autónoma, "El dragón rojo" abraza su condición de secuela con tal convicción que la condiciona para lo bueno y para lo malo, haciendo impepinable la comparación constante.

Para los que nos deleitamos con "El silencio de los corderos", los encuentros entre Will Graham y Hannibal Lecter en el mismo pasillo del mismo psiquiátrico, con la misma silla cochambrosa y bajo los mismos ojos de Frankie Faison y Anthony Heald son emocionantes. Y decepcionantes, porque comprobar que Clairce no fue la única, ni siquiera la primera, supone un pequeño bajón.

Ahí radica el mayor problema de "El dragón rojo", ya que el paralelismo que poseen ambas relaciones, y también ambas historias con un tercer vértice común (antes Gumb, ahora Dolarhyde), no hace otra cosa que restarle el nivel de exclusividad del que gozaba "El silencio de los corderos". Además, y de modo absolutamente lógico, tantos homenajes a la original ocasiona que todo resulte menos impactante, porque aunque sea gozoso, todo parece ya visto.

En "El silencio de los corderos" se produjo eso que llamamos, en términos coloquiales, una alienación de planetas. Todo era perfecto, incluso más que perfecto. Todo fue inolvidable, y ya puedes hacer los juegos que quieras, que si haces una secuela de una obra maestra, o eres "El padrino II" o será merecidamente peor. Incluso en algo tan simple como una actuación, hablo de Anthony Hopkins, "El dragón rojo" es peor, y es el mismo actor en una situación parecida... Pero no es el mismo guión (hecho tangible) ni el mismo momento (hecho intangible, pero incluso más influenciable que el anterior).

No se puede negar que lo intentaran con todo el equipo. El guión, sin ser la genialidad de la original, es notable, como la dirección de un Brett Ratner que continúa la línea de Demme pero le añade algunos toques que suman a la historia*(1), el ritmo, la intriga y los personajes y actores, todo notable. Will Graham y Edward Norton se fusionan con la misma maestría que lo hicieron Clarice y Jodie, consiguiendo crear un policía igual de inteligente y distinto, y también con una carga emocional que le pesa enormemente. Hopkins sigue siendo idóneo, aunque no logre la brillantez anterior, como Ralph Fiennes y Emily Watson, e incluso salimos ganando con el cambio de Glenn por Keitel, que no es mejor actor pero sí más carismático.

Como he recalcado más de lo que debería, creo, cualquier cosa que se compare con "El silencio de los corderos" saldrá perdiendo, pero si hago un esfuerzo por imaginar "El dragón rojo" como película independiente, podría afirmar con total seguridad que estaríamos ante una película de suspense superior al resto de sus semejantes. Y si a eso se añades que veníamos de un bache llamado "Hannibal", nos lleva a la conclusión de que estamos ante una cinta notable que recomiendo por dos razones: la nostálgica y la puramente artística.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jaime Flores
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