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Polonia Polonia · Galitzia
Voto de Valkiria:
8
Intriga. Drama. Thriller Adaptación de un cuento de Julio Cortázar que narra la historia de Thomas (David Hemmings), un fotógrafo de moda que, tras realizar unas tomas en un parque londinense, descubre al revelarlas una forma irreconocible que resulta ser algo tan turbador como inesperado. (FILMAFFINITY)
12 de abril de 2009
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La torpeza con la fue incapaz de esculpir esta genialidad, es la misma con la que Antonioni, se maniató, tozudamente, al manejar una joya que pudiese haber pasado por ser la obra británica de los años 70 por muchísimas razones... el genial retrato de Londres, de sus MODS y de su mejor embajadora: Vanessa Redgrave.

¿El gran déficit? La obra superó al autor y Blow-Up es quizás... poco contundente.

Igual le ocurre al fotógrafo de nuestra historia, ya en la película... a ese magnético David Hemmings, hastiado de calcular centímetros en pecho, cintura y cadera femeninas. Desde el minuto dos, el pulso narrativo sobrepasa al espectador que se sabe confidente; a punto de presenciar algo, servido en bandeja y tremendo, pero que no delata, ni puede.

Y aún descubierto el fotograma... ¿a qué agarrarse? ¿A una instantánea borrosa...? Ja..., Deseo de una mañana de verano es un thriller al que crecieron mil enanos. Una película que inspiró chorrocientas...

Confundir las imágenes que devuelven los negativos... Unos bien delimitados por las siluetas perfectamente marcadas de las modelos y otros, confusos, poco nítidos e imposibles de pixelar. Hemmigs, se obsesiona al punto de ya no discernir si lo que ve es lo que hay o es lo que quiere que haya. No hay pelotas de tenis haciendo mímica, pero... sí hay cadáver ¿sí o si?.

Genial puesta en escena en descapotable y conduciendo Hemmings, mientras crece un guión a escala, lento y cargado de ansiedad. Los 20 minutos de sus fotografías son puro desasosiego. Estéticamente, una composición al hilo de la época, del MOD (Modernista) movimiento británico, con los Yardbirds en el escenario y un Jimmi Page jovencísimo. Una huella imborrable en la historia de una época bien reciente, de una moda y una filosofía juvenil que rompió cánones. Al menos en ese país...

El título en castellano es más clarificador, creo, que el original en inglés (cosa rara...). “Deseo de una mañana de verano”... El deseo de Hemings, harto de sus modelos y apasionado porque un revulsivo cambie su vida.

Le falta contundencia. El estilo británico es contenido, pero genial.
Valkiria
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